Marcelo Crivella, alcalde de Río de Janeiro, confirmó que se ha completado la planificación para reanudar el fútbol en la ciudad. Los entrenamientos podrán retomarse en junio, mientras que los partidos a puertas cerradas, en julio.
“No vamos a relajar las medidas de distanciamiento social. El sábado tuvimos una reunión en la que decidimos que hay que esperar un poco más para que el fútbol pueda volver. El sector esperaba reanudar esta semana, pero les pedimos que esperen hasta junio y aceptaron”, reveló el alcalde.
Además, Crivella dijo que el Gobierno realizará un análisis de la curva de contagio en la ciudad a mediados de junio, y que el anuncio oficial de la vuelta se realizará de acuerdo a los resultados del estudio.
Aunque en la conferencia de prensa el alcalde había asegurado que los clubes Botafogo y Fluminense habían aceptado los términos del regreso de las actividades por teléfono, este último emitió un comunicado oficial desmintiendo a Crivella: “Fluminense quiere informar que no tuvo ningún contacto con el alcalde, ni para discutir la reunión ni por ningún otro asunto”.
Por su parte, el miembro del comité de gestión de fútbol del Botafogo, Carlos Augusto Montenegro, dijo que sí tuvo contacto y que aceptó los términos.
La vuelta del fútbol en Brasil se presenta como una esperanza para los clubes, que han perdido millones desde que se suspendió la actividad en marzo. Las organizaciones estudiaron distintas opciones para mitigar los daños económicos, incluyendo la reducción de los salarios de sus jugadores y del cuerpo técnico.
Desde que comenzó la pandemia, algunos equipos brasileños perdieron patrocinadores, como la casa de apuestas Marjosports, que llegó a un acuerdo con el equipo de marketing de Corinthians para suspender los pagos desde abril. Por su parte, el equipo perdió cuatro patrocinadores en menos de tres meses. Además, Marjosports suspendió su acuerdo con Goiás en marzo.
