En un evento organizado por Petrobras, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha criticado el juego, pese a que la industria ha sido regulada gracias a su gestión. Paralelamente, el ex asesor del Ministerio de Hacienda que jugó un rol clave en la regulación, José Francisco Manssur, se ha pronunciado sobre su salida del ministerio y dijo: “Servir a mi país fue un honor que llevaré conmigo”.
Ante las poco felices declaraciones de Lula, que aseguró que “no hay límite” para el juego online, mientras que las plataformas ganan “mucho dinero” y “pagan pocos impuestos”, el mensaje de Manssur giró hacia el otro extremo, agradeciendo a todos los involucrados por permitir el desarrollo del sector.
El ávido partidario de la regulación de las apuestas deportivas en el país, anunció oficialmente en las redes sociales su salida como asesor especial del secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda.
“Es hora de dar gracias”, comenzó Manssur. El abogado extendió su agradecimiento a Gabriel Galipolo, responsable de llevarlo al gobierno federal, a los colaboradores del ministerio que lo acogieron y al equipo destinado a trabajar con él para que “pudiéramos alcanzar el objetivo de hacer de Brasil un mercado regulado de juego online y apuestas deportivas”.
Manssur también recordó los primeros encuentros con actores de la industria brasileña de apuestas: “Escucharlos siempre con apertura para comprender las partes y los puntos de vista fue el factor más importante para el éxito. El ecosistema de apuestas que opera en Brasil debe sentir que cada uno jugó un papel fundamental en lo realizado desde enero de 2022 hasta ahora”.
El adiós de Manssur resonó entre los líderes del sector, quienes dejaron mensajes de agradecimiento y cariño en su página de LinkedIn.
El discurso de Lula contra el juego
Por su parte, el presidente del país se mostró contradictorio con su mensaje contra el juego, teniendo en cuenta que fue quien promulgó la revolucionara reglamentación del juego online y apuestas deportivas, esperada por toda la industria internacional para cambiar el tablero de juego.
Bajo el argumento de que se generarían nuevos impuestos y beneficios para el Estado, y así para la sociedad en general, el gobierno de Lula ha defendido la regulación del juego online y las apuestas deportivas.
Sin ir más lejos, a fines de diciembre, el presidente sancionó la ley que prevé un impuesto del 12 por ciento sobre los ingresos de las casas de apuestas, menos el pago de premios.
Mientras el proceso regulatorio aún está en curso, el Ministerio de Hacienda ya ha creado el organismo de Premios y Apuestas para monitorear el funcionamiento del sector bajo los límites determinados por el reglamento y para asegurar la recolección de los nuevos impuestos.
Sin embargo, Lula en su discurso se ha “confundido” y aseguró que la ley que grava las apuestas online no había sido aprobada, según reportó la prensa local.
“Como las empresas todavía no pagan impuestos, porque la ley no ha sido aprobada, están ganando mucho y pagando poco”, se quejó el presidente.
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