El Tribunal del Distrito Federal de Brasil rechazó la solicitud realizada por la familia de Bruno Henrique, delantero del Flamengo, para declarar confidencialidad en la investigación sobre sospechas de manipulación de apuestas deportivas.
El futbolista está bajo investigación por, supuestamente, favorecer a apostadores al recibir una tarjeta amarilla en un partido contra el Santos, válido por el Campeonato Brasileño de 2023.
Además de negar el pedido, el juez Fernando Brandini Barbagallo autorizó a la Policía Federal a compartir las pruebas ya recabadas con el Tribunal Superior de Justicia Deportiva (STJD). Así, el organismo deportivo podrá abrir una nueva investigación disciplinaria contra el deportista.
En otra decisión, Barbagallo también mantuvo la aprobación para que las pruebas sean enviadas a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre Manipulación de Juegos y Apuestas Deportivas, actualmente en curso en el Senado. El propio Bruno Henrique había solicitado que se revisara esta autorización, pero su petición fue denegada.
El juez también ordenó a Blaze, una de las casas de apuestas mencionadas en la investigación, que proporcione información relativa a cuatro de los imputados por la Policía Federal. La plataforma, que aparece en conversaciones extraídas de los celulares incautados, aún no había proporcionado los datos solicitados por los investigadores.
En una nota enviada al portal informativo ge, Blaze declaró que está colaborando plenamente con las autoridades y que ya proporcionó los datos de registro que la legislación brasileña permite compartir sin orden judicial. La empresa reiteró su compromiso con la legalidad y la integridad deportiva, y afirmó que está disponible para brindar información adicional siempre que haya una decisión judicial.
A pesar de la acusación, Bruno Henrique sigue siendo parte del equipo carioca y niega cualquier implicación en amaño de partidos o favorecimiento de apostadores.
La investigación por apuestas deportivas que pesa sobre Bruno Henrique
En abril, la Policía Federal de Brasil inició una causa contra el jugador de fútbol Bruno Henrique, actual delantero del Clube de Regatas do Flamengo, uno de los equipos más importantes de la Serie A del país.
Si bien el jugador ya estaba en la mira de las autoridades brasileñas, y fue llamado a declarar Comisión Parlamentaria de Investigación de Manipulación de Juegos y Apuestas Deportivas (CPI das Bets), ahora la acusación se intensificó con la publicación de unos chats del futbolista en WhatsApp.
Así, el pasado martes (14 de abril) Henrique quedó imputado, junto a otras 10 personas involucradas en las conversaciones. Los chats surgieron del celular del hermano del jugador, Wander Nunes Pinto Júnior, que lo implican directamente en una red de amaños deportivos relacionados con las apuestas.
Se trata de más de 3.989 conversaciones, aunque muchos de los mensajes habían sido eliminados del teléfono de Henrique. Sin embargo, el hermano del jugador aún contaba con pruebas en el chat de que el delantero acordó recibir una tarjeta amarilla durante un partido contra Santos por el Campeonato Brasileño de 2023.
