Luego del reciente reporte por parte del ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, donde compartió que el Poder Ejecutivo está interesado en avanzar con la regulación del “juego electrónico”, incluyendo a las apuestas, se han dado a conocer mayores detalles sobre lo que incluiría la medida: el juego online no estaría contemplado.
El medio Panorama Deportivo discutió la medida con fuentes del Ministerio, que explicaron qué es lo que incluye la futura regulación.
Estos comentarios llegan a la par de la noticia de que el diputado Felipe Carreras, autor de la propuesta, recibió el visto bueno del presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, para comenzar a recolectar las 171 firmas necesarias para que la levante la comisión de investigación (CPI) y pueda analizarla.
Por otro lado, Haddad resaltó recientemente la necesidad de que las apuestas estén sujetas a impuestos, ya que esto ayudaría a frenar la “ilegalidad” y pondría a Brasil a la par de otras fuerzas globales que ya han gravado el sector.
“El juego online está sujeto a impuestos en todo el mundo, en Brasil no puede ser diferente. Hay una absurda evasión de divisas en el país, sale mucho dinero. No hay control porque no es un casino físico, es uno virtual. [La discusión] se trata de la tributación de los casinos virtuales, que existen y necesitan ser regulados”, dijo Haddad en una entrevista a UOL.
Tal como había sido reportado anteriormente, lo que se busca es compensar un aumento en las exenciones por el Impuesto a la Renta en Brasil. El objetivo es equilibrar los ingresos estatales que se perderán por el aumento del piso de dicho impuesto —que pasó de 1.903,98 a 2.640 reales— “con impuestos a estos juegos electrónicos que no pagan, pero le quitan una fortuna al país”.
Sin embargo, de acuerdo a las fuentes del Ministerio de Hacienda, el texto final de la medida solamente incluye las apuestas sobre resultados deportivos, mientras que otro tipo de juegos serán tratados eventualmente por el Congreso.
De esta forma, se aclaró que los juegos electrónicos no serán parte de la regulación, aunque se compartirán mayores detalles mediante ordenanzas que explicarán, por ejemplo, cómo se regularán a las empresas y cuáles serán los próximos pasos para que puedan regularizarse.
Otro punto destacable es que se tratará el tema de la manipulación de apuestas: la discusión en Brasil se retomó a las pocas semanas de la asunción de Lula, principalmente por un escándalo de manipulación en las divisiones inferiores de fútbol del país.
Este texto, según lo compartido por Globo, se estaría realizando en conjunto con el Ministerio de Hacienda, Ministerio de Deportes, las secretarías Ejecutivas, de Reforma Económica y el Tesoro Nacional.
“La manipulación de resultados en los partidos de fútbol brasileño es cada vez más evidente. Hay especulaciones e insinuaciones de que agentes externos están actuando para interferir en los partidos. Estamos viendo insatisfacción por todos lados. En Europa, hay casos probados luego de investigaciones. Brasil no es inmune, está en medio de un ambiente oscuro. Actuemos”, dijo Carreras.
Los impuestos a las apuestas en Brasil
Si bien Haddad se había explayado sobre la necesidad de gravar los juegos electrónicos, la medida solo alcanza a las apuestas online, y no a los casinos ni videojuegos.
Para el Gobierno, las apuestas online deben generar entre 2 mil millones y 6 mil millones de reales a partir de los impuestos.
Haddad resaltó que una de las razones por las cuales el proyecto está avanzando lentamente es por la dificultad de poder calcular cuál es el monto exacto que se recaudaría a partir de las apuestas.
“Lo que falta no es la medida provisional, sino la obligación legal de evaluar la recaudación esperada. Como es algo totalmente nuevo, estamos reuniendo la información disponible para poder incluir la previsión de recaudación en la ley o en la medida provisional”, dijo.
Además, dijo que la ausencia de una reglamentación, y el hecho de que los casinos online cuenten con sedes en el exterior, son cosas “injustas” para la población brasileña, ya que las ganancias no llegan al país.
