La Legislatura de Chihuahua votó a favor de crear un nuevo impuesto del 10 por ciento sobre el juego en el estado mexicano. La propuesta surge de la oficina de la gobernadora, María Eugenia Campos Galván, y fue aprobada con el 62,5 por ciento de los votos.
La iniciativa es parte de una propuesta de reforma a la Ley Hacendaria estatal y la Ley de Coordinación Fiscal del Estado y sus Municipios. El gravamen se aplica sobre el monto total y al momento de participar en una actividad del sector. Así, cada jugador deberá abonarlo, sin importar el resultado de su jugada.
El aumento en la presión fiscal sobre los usuarios de la industria podría generar un efecto contrario al motivo por el que se impone, que es recaudar más dinero. Ante el requisito de pagar un impuesto aún ante la posibilidad de perder el dinero, los jugadores podrían verse desincentivados de gastar en el sector.
Los casinos en Chihuahua se vieron seriamente afectados por la pandemia del COVID-19. Al igual que la mayoría de las salas del país, estuvieron cerrados durante meses y, tras el peor momento, pudieron volver a operar. Sin embargo, los altibajos en las cifras sanitarias los forzaron a operar en forma restringida.
Durante 2020, las salas de juego registraron pérdidas por varios cientos de millones de pesos, pero comienzan a recuperarse a pocos días de 2022. Sin embargo, se verán sometidas a nuevas cargas impositivas el próximo año.
