Luego de años de espera para que avance el hotel casino en Punta del Este del Grupo Cipriani, el proyecto podría estar en peligro de quedar trunco.
La semana pasada, el Senado avanzó con la regulación del juego online en Uruguay, pero podría incluir un requisito que no gustó al grupo inversor italiano.
El senador Jorge Gandini explicó que “no se podrá iniciar la modalidad ‘online’ hasta que se verifique la inversión aprobada e inicie la explotación del juego presencial”.
Así, la obra del ex Hotel San Rafael podría fracasar, ya que Cipriani todavía no tiene aprobado el proyecto definitivo para su emprendimiento, sino que espera por las modificaciones realizadas en las últimas semanas.
Ante este escenario, el grupo no cumpliría con el requisito de estar explotando el juego presencial y vería demorado, también, el lanzamiento de su operación online.
El proyecto de juego online que rechaza Cipriani
El pasado 11 de agosto, la comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores de Uruguay dio el visto bueno al proyecto de regulación del juego online presentado recientemente por el Poder Ejecutivo, por lo que la propuesta avanza hacia la Cámara de Diputados.
Durante el debate, la oposición logró añadir un artículo para incluir una financiación a los programas contra el juego problemático. Así, la Dirección Nacional de Casinos debería aportar el 5 por ciento de sus ganancias brutas a este fondo.
“Tenía al principio una mirada crítica porque en el mundo ha crecido la ludopatía cuando se habilitan las apuestas por internet”, argumentó el senador del Movimiento de Participación Popular, Alejandro Sánchez.
En este sentido, desde el Frente Amplio también propusieron que “el Estado tendrá que ser responsable de fijar esas políticas” de juego responsable, a la vez que se quejaron porque no se ha contemplado una prohibición de “la propaganda para bonos”.
Se espera que próximamente la propuesta modificada sea debatida por la Cámara de Diputados, pero allí ya se advirtió que encontrará mayor oposición. Ante esto, el diputado Sebastián Cal dijo a El País que “no es suficiente” la contemplación añadida sobre el juego responsable y que exigirán mayores restricciones publicitarias.
