Desde que el gobierno brasileño propuso limitar a 30 las licencias de operación de apuestas deportivas, se han generado nuevas dudas respecto al rendimiento del esperado mercado. Y, como analiza en exclusiva para SBCNoticias Edgar Lenzi, director de la consultora BetConsult, las empresas extranjeras podrían tener ventaja frente a las locales.
En el nuevo borrador, que estuvo bajo consulta pública hasta el pasado viernes (6 de marzo), se establece el modelo de concesión de licencias para el mercado de apuestas. Bajo esta normativa, las empresas que deseen obtener una licencia deberán estar precalificadas y cumplir con requisitos predefinidos.
“En esta fase, todas las empresas que cumplan los requerimientos participarán como iguales en la licitación; la ley establece que no puede haber un trato diferenciado entre las locales y las internacionales. Si hay hasta 30 compañías precalificadas para el proceso, el precio será el mínimo establecido por el gobierno”, explica Lenzi.
El problema surge si más de 30 empresas compiten por la autorización, como es esperable que suceda. En ese caso, “las 30 compañías que ofrezcan más dinero obtendrán las licencias”, aclara el consultor.
El año pasado, el real —moneda brasileña— sufrió su máxima caída respecto del dólar en los últimos 25 años. Por este motivo, Lenzi considera que las competidoras de Brasil quedarán atrasadas frente a las propuestas que puedan presentar los inversores extranjeros, sobre todo, los de Europa y Estados Unidos. “Seguramente, las empresas con capital local tendrán desventajas en comparación con las de capital internacional”, comenta.
Como señala el experto, la ley de apuestas pretende proteger a la industria nacional al decretar que “solo las empresas brasileñas pueden solicitar una licencia”. Sin embargo, Lenzi subraya que “estas compañías pueden ser propiedad o de personas o de consorcios extranjeros”. Así, las operadoras internacionales pueden competir en el país simplemente al instalar una oficina allí.
Por otro lado, Neil Montgomery, socio director y fundador de la firma de abogados Montgomery & Associados y experto en los avances legislativos de Brasil, considera que fue un error haber cambiado el modelo de autorización al de concesión. “Esto ciertamente va a retrasar aún más el proceso de apertura del mercado brasileño de apuestas deportivas, lo que genera inquietud también entre operadores que quieren prepararse para los próximos pasos, pues no les permite armar planos de negocios concretos por la falta de información”, añadió.
Siguiente objetivo: proteger el deporte
Otra herramienta sugerida para cuidar la industria brasileña —en este caso, específicamente, la del deporte—, es la creación de un Comité de Integridad de Apuestas Deportivas. “Junto con el monitoreo de juegos y apuestas, de acuerdo con los estándares ya adoptados internacionalmente, el comité llevaría a cabo medidas preventivas para proteger la transparencia y la integridad del deporte”, sostiene Lenzi.
Paralelamente, los legisladores evalúan el PL 5.082/2016 del diputado Pedro Paulo, que obligaría a los clubes de fútbol brasileños a convertirse de asociaciones civiles a corporaciones privadas. Si bien, por ahora, el proyecto no ha atravesado un debate formal, es probable que se discuta el tema una vez que los clubes comiencen a reforzar sus relaciones con los operadores de apuestas.
De esta forma, deberán establecer cómo se regularán las relaciones entre las compañías de cada sector. Uno de estos motivos inspiró la reunión de la semana pasada entre el presidente de LaLiga de España, Javier Tebas; el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, y el titular de la Federación Paulista de Fútbol (FPF), Reinaldo Carneiro Bastos. También estuvo presente el mismo Pedro Paulo.
Los dirigentes debatieron “cuestiones relevantes sobre el modelo de fútbol español, aspectos legales de La Liga, derechos de transmisión, apuestas deportivas y juego limpio financiero”, revela Lenzi.
Para él, es importante que el gobierno estudie legislaciones ya aplicadas en mercados exitosos con el fin de que “los clubes de fútbol se beneficien con el marketing de apuestas deportivas con patrocinio, parte del monto obtenido de las apuestas y otros derechos negociables”.
Sin embargo, mientras Brasil está abriendo las oportunidades de negocio, España las está cerrando al restringir la publicidad y los patrocinios al deporte por parte de las casas de apuestas.
“Creo que la tendencia para Brasil es lo contrario. En los últimos meses y años, más y más clubes de fútbol brasileños han formado patrocinios con operadores de apuestas deportivas, además de que se patrocinan muchos torneos de fútbol. Entonces, entendemos que la tendencia a reducir las asociaciones y las restricciones de publicidad no deberían aplicarse más allá de lo estrictamente necesario, al menos en los primeros años de operaciones”, sentencia.
