La industria del juego y las apuestas podría pagar un “impuesto a la fortuna” en la provincia argentina de Neuquén, en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19. El canon sería gravado durante los meses en que continúe la situación crítica a través del aumento de alícuotas en impuestos y de la creación de “aportes solidarios”.
La semana pasada, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibió un proyecto del Frente de Todos para establecer un impuesto del 1 por ciento sobre los ingresos de los bancos, las financieras, los operadores de juegos de azar y las plataformas online. Según explicaron, el tributo extraordinario, que se pagaría una única vez, se destinaría a un fondo de desarrollo del área de Salud para combatir contra la pandemia.
Ahora, los diputados neuquinos del mismo grupo político también presentaron un proyecto similar en su provincia. Sin embargo, los aumentos de alícuotas quedarían en vigor mientras continúe la emergencia sanitaria. Las estimaciones apuntan a que con este impuesto se podrían recaudar 321 millones de dólares en todo 2020.
El proyecto establece una suba del 100 por ciento de las alícuotas del Impuesto a los Ingresos Brutos para compañías que facturen más de 8,5 y 27,1 millones de pesos. Además, suma dos “aportes solidarios” de pago único del 5 por ciento sobre el valor de la propiedad.
Mediante la propuesta, “se impone con justeza el criterio de exigir una contribución extraordinaria y por única vez para el solvento de las necesidad del conjunto”, explican. Y detallan que solo aplicaría a empresas que facturen más de 18 millones de pesos argentinos al año (cerca de 280 mil dólares).
