Han pasado años desde que se introdujo por primera vez la idea de hacer un complejo de entretenimiento en Tarragona, Cataluña, y todavía sigue habiendo trabas para su realización.
Actualmente, el proyecto del Hard Rock Entertainment World (ex BCN World) ha quedado en medio de una disputa entre los municipios de Vila-seca y Salou (donde estará emplazado), por el reparto de los aportes fiscales que hará una vez que esté operativo.
Sin embargo, a las demoras por aprobaciones y otros detalles se le ha sumado un nuevo contratiempo: un pedido de la agrupación Aturem BCN World para frenar su ejecución.
Según el grupo, el trámite debe suspenderse por inseguridad jurídica, falta del preceptivo documento presupuestario, además de indefinición e incertidumbre en la ejecución de las medidas compensatorias.
Por otro lado, advierte que hay fallos burocráticos en el proceso, ya que consideran que no hay una justificación del cambio de sistema de actuación del terreno. Asimismo, apuntan sobre el mencionado conflicto por el reparto de cargas entre Vila-seca y Salou y señalan “incongruencias en la evaluación económica respecto a los porcentajes”.
Además, Aturem BCN World cuestiona el rol del estado en el desarrollo del HREW y reclama precisiones sobre quién se hará cargo de los gastos si los inversores decidieran abandonar el proyecto.
Mientras tanto, los temores de que Hard Rock pueda perder la paciencia se siguen acrecentando y el operador aguarda por la aprobación de la reorganización urbanística para el proyecto, que podría resultar en el tan esperado inicio de su desarrollo.
