El diputado Frank Sauerbaum presentó una solicitud formal ante la presidenta de la comisión de Gobierno Interior, Marta González Olea, para acelerar los cambios regulatorios que permitan mejorar el control de los llamados “casinos populares” en Chile.
Sauerbaum busca acelerar un proyecto que modifica el Decreto Ley N°3.063 sobre rentas municipales, en materia de patentes para operar máquinas de destreza o entretenimiento. El legislador reclama que “sea discutido y votado preferentemente en esta Comisión, en la cual la iniciativa se encuentra radicada, en segundo trámite constitucional”.
De acuerdo con su presentación, la regulación y fiscalización de estas salas de juego no autorizadas por las autoridades del sector es una materia apremiante. Puntualmente, porque “operan máquinas de juegos ajenos al licenciamiento formal de casinos que regula la Ley N°19.995 y la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ)”.
“Desde hace ya muchos años estos establecimientos representan una actividad de negativo impacto social, puesto que en la mayoría de los casos se encuentran ajenos a la regulación y fiscalización formal de la autoridad en cuanto la utilización de muchas de estas máquinas se encuentra oficialmente prohibida por ser juegos de azar, pero informalmente tolerada al encubrirse con otros mecanismos de supuesta destreza o entretención”, criticó.
Por eso, Sauerbaum aseguró que el efecto generado por los casinos populares es un potenciamiento de la ludopatía y el “despilfarro de recursos”, según citó La Discusión.
“Muchos de estos establecimientos encubren o incentivan otras actividades ilícitas como apuestas informales, venta y consumo de alcohol o tabaco sin autorización para aquello e incluso su expensa a menores de edad. Asimismo, presentan serios problemas de seguridad al no contar con una reglamentación que disponga cómo deben funcionar debido a la gran cantidad de recursos líquidos que administran, siendo frecuente que ocurran hechos criminales en estos locales o contra sus clientes”, advirtió.
Los casinos populares en Chillán
Uno de los distritos más afectados por la presencia de estas salas no autorizadas es Chillán, capital de la región del Ñuble, donde hay una gran proliferación de locales con máquinas pese a los reclamos de algunos sectores.
En febrero, el concejal Rodrigo Ramírez, explicó que su actividad es ilegal y dijo que es el municipio el que tiene que actuar al respecto, “en su rol fiscalizador de las patentes”.
Además, explicó que los operadores de los locales ilegales buscan distintas estrategias para evitar el control estatal. Una de ellas es que algunos fijaron sus viviendas en el segundo piso de su casino no autorizado. De esta manera, “ni Carabineros y mucho menos la inspección municipal pueden acceder a fiscalizar sin orden judicial”, afirmó.
Para Ramírez, es necesario establecer una mesa de trabajo en la que participen las distintas entidades relacionadas al sector, “empezando por la SCJ”, que es la que puede identificar si las máquinas de los casinos populares son máquinas de azar o destreza.
