Mientras el Ministerio de Hacienda de Brasil prepara la Medida Provisional para lanzar la reglamentación de las apuestas deportivas, que daría entrada al mercado más esperado a nivel mundial, se supo que uno de los artículos incluirá una exención de impuestos similar a la que se aplica a las loterías. La medida podría entrar en vigor a fines de este mes.
Se trataría de un límite para premios de hasta 1.903,98 reales, que haría que los ganadores queden eximidos de pagar el impuesto. Así, se calcula que alrededor del 75 por ciento de los jugadores evitarían abonar el gravamen por premios en las apuestas online.
Actualmente, una exención similar se aplica en los premios de loterías, como la popular Mega-Sena, por lo que la Secretaría de Hacienda está evaluando extender esta medida para las apuestas deportivas que se realicen de manera digital, según reveló CNN Brasil.
El mismo medio notificó que habló con “miembros del Ministerio de Hacienda”, que confirmaron que esta exención “debería alcanzar a tres de cada cuatro jugadores”.
De todas formas, los operadores de apuestas con licencia deberán contribuir con un 15 por ciento de los Ingresos Brutos del Juego (GGR), que se calcula sobre la recaudación, descontando el valor del premio pagado a los jugadores.
Por otro lado, desde la Secretaría de Hacienda confirmaron que no planean aumentar la tasa de impuestos ni para los jugadores ni para las plataformas de juego, “ya que esto podría reducir el número de empresas dispuestas a formalizar el juego online en Brasil”.
Sin embargo, el ministerio ha recibido a representantes de los clubes de fútbol Corinthians, Flamengo, Santos, Botafogo y Fluminense, entre otros, para profundizar en la solicitud de que las organizaciones deportivas reciban más fondos por parte de la industria de las apuestas.
La legislación actual establece un impuesto del 1,63 por ciento para los operadores, mientras que los clubes junto con la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) pretenden que se aumente al 4 por ciento para recibir más inversión “por derecho de imagen”.
De inmediato, el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) salió a responder que manifiestan “su oposición a una eventual modificación de la ley”. Entre varios argumentos, el IBJR explicó que “apoyamos la contribución social prevista en la Ley 13.756/18 para el deporte en general” y que “es público y notorio que la industria de las apuestas ya es un gran patrocinador del deporte, en particular del fútbol nacional”.
Para mediar en la negociación, el diputado Felipe Carreras también participó de algunas reuniones en el Ministerio de Hacienda, teniendo en cuenta su rol allegado al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y que fue el ponente del proyecto de ley que legalizó estas apuestas en 2018. Además, está encabezando la investigación por denuncias de amaños de partidos en Série B del Campeonato Brasileño.
Se espera que esta semana se brinden detalles de las negociaciones para conocer si habrá un aumento en las contribuciones pretendidas por parte de los operadores de apuestas deportivas.
En sus declaraciones respecto de la solicitud de los clubes, el IBJR —conformado por Bet365, Betsson Group, Betway Group, Entain, Flutter, KTO Group, Netbet Group, Yolo Group y Rei do Pitaco—, dijo: “La ley, pensada con el propósito de mejorar la experiencia del jugador, beneficia a los operadores y los clubes. Lo que se precisa entender, mientras tanto, es que el funcionamiento de las plataformas de apuestas deportivas no depende de los derechos de imagen. La operación se da perfectamente, en todo el mundo, sin la explotación de derechos de imagen, dependiendo, simplemente, de la mención de nombres, lo que está amparado por un reglamento de la Corte Suprema”.
Y concluyó: “Para el IBJR parece que el mejor camino es que se mantenga el porcentaje actual de fondos para los clubes (1,63 por ciento del GGR), ya que remunera adecuadamente a las entidades por el uso de un derecho que hoy no está contemplado, lo que generará un incremento de los ingresos a los organismos deportivos involucrados, sin cargar excesivamente al operador”.
