La pandemia del coronavirus ha afectado a todas las industrias y, con la suspensión casi total de la actividad deportiva, las casas de apuestas también sufren las consecuencias. La liga brasileña de fútbol es actualmente considerada como una de las más atractivas a nivel mundial, y la paralización lleva a que los operadores perciban pérdidas millonarias.
De acuerdo a UOL, se estima que en los últimos años los torneos que involucran equipos brasileños han percibido alrededor de 4 mil millones de reales por temporada en apuestas. Por lo tanto, si el fútbol no tiene actividad por un mes, con el objetivo de evitar la expansión del COVID-19, se espera que la facturación se reduzca en unos 333 millones de reales.
Eduardo Carlezzo, abogado especializado en asistencia legal a negocios deportivos, explicó a UOL que por la forma en que operan las empresas, el cese de actividades tendrá un “impacto gigante”. Y dijo: “Perjudica que las competiciones deportivas no estén activas. Varios mercados se sacrificarán y también lo hará el de las apuestas. No hay nada que hacer, no veo alternativas para que no sufra lo involucrado con el deporte”.
Los torneos estatales fueron los últimos en parar la actividad, por lo que los apostadores invirtieron su tiempo en estos campeonatos luego de que las ligas mayores anunciaran el cese. Sin embargo, este pasado fin de semana se suspendió toda actividad profesional en el fútbol.
“La pausa del fútbol afecta, es inevitable. La mayoría de las apuestas son recreativas, dependen de otras actividades, del evento deportivo, por lo que son actividades colaterales”, dijo Bruno Maia, ex vicepresidente de marketing del equipo de primera división Vasco da Gama y actual CEO de Agência de Conteúdo 14.
