El operador de lotería estatal español ONCE ha compartido sus resultados financieros de 2020, un año en el que sus ventas se disminuyeron en un 28 por ciento hasta los 1.615 millones de euros, principalmente por las medidas de confinamiento que afectaron al país europeo.
Teniendo en cuenta que en 2019 ONCE había registrado una cifra récord de ventas de 2.255 millones de euros, la caída en 2020 fue de aproximadamente 600 millones de euros.
El operador cree que la baja en la cantidad de ventas no ha sido mayor gracias a que los vendedores pudieron volver a sus puestos a partir del 15 de junio.
“El cese absoluto de actividad generado por el confinamiento provocó, por primera vez en 82 años de historia de la ONCE, la retirada de los vendedores de las calles y la suspensión del sorteo del tradicional cupón, a lo que se sumó el lento regreso de la población a las calles y ciudades, sumado a las situaciones posteriores de cierres y confinamientos parciales”, detalló ONCE.
Por su parte, las empresas sociales registraron ingresos por 819,3 millones, lo cual representa una rebaja del 16,3 por ciento con respecto al año anterior, que también había sido récord para ONCE.
En cuanto a la inversión social de la Lotería, se dirigieron 228,3 millones de euros a sectores con discapacidades. ONCE explicó que de los ingresos procedentes de loterías, el 55 por ciento se destina al pago de premios; el 24,6, para retribuciones y cargas sociales de los vendedores; el 13,1 por ciento, a gastos; y el 11,9 restante, a inversión social.
“Nos hemos centrado en seguir dando confianza y seguridad a nuestra plantilla con la conversión en indefinidos de 3.433 contratos dentro del Grupo Social ONCE, una demostración de que para nosotros el empleo, y sobre todo el empleo de calidad, es un objetivo, un fin en sí mismo, una necesidad de seguir generando oportunidades de vida”, aseguró Miguel Carballeda, presidente de ONCE.
