Blackstone revisará sus activos en euros ante las consecuencias de los aranceles de Trump

El gigante financiero Blackstone, que opera la marca de juegos y apuestas Cirsa, no puede escapar de la vorágine de un desplome de los mercados globales, ya que los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump obligan al grupo del capital privado a revisar la estrategia de su cartera de activos bajo gestión, valorada en 1,2 billones de dólares.

Esta mañana, tras conocerse que el presidente Trump avanzará con su agenda de aranceles globales, el precio de las acciones de Blackstone ha caído un 15 por ciento, ya que su cartera se ve afectada por la preocupación de una recesión global.

A Blackstone, como el mayor inversor alternativo del mundo financiero, le aguardan decisiones difíciles sobre cómo reequilibrar la gestión de sus activos europeos, estimados entre 280.000 y 340.000 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente a una cuarta parte de sus activos globales.

La mayoría de sus activos europeos están gestionados por el fondo Blackstone Property Partners Europe (BPPE), que gestiona una cartera inmobiliaria continental valorada en cerca de 100.000 millones de euros. Si bien los aranceles podrían no afectar directamente a los activos inmobiliarios, su efecto dominó en la corriente macroeconómica hacia las inversiones diversificadas de los fondos de capital privado en ocio, comercio minorista, hoteles y juegos de azar en Europa.

El impacto de los aranceles en el juego y la hospitalidad de Blackstone

El ocio y el comercio minorista se han convertido en sectores especialmente expuestos. Entre las inversiones de ocio de Blackstone en el Reino Unido se encuentra Bourne Leisure, operador de Haven Holidays y Warner Leisure Hotels. Adquirida durante la recuperación de la pandemia por unas 3.000 millones de libras, la empresa se consideraba una “apuesta a contracorriente ante el auge del turismo nacional”.

En España, Cirsa se ha convertido en un activo emblemático de los desafíos para generar valor en un contexto de volatilidad del mercado. Adquirida en 2018 por unos 2.000 millones de euros, Cirsa se preparaba para su debut en la Bolsa de Madrid en 2024, con la ambición de captar hasta 1.000 millones de euros mediante una oferta de acciones dual.

Los bancos Morgan Stanley, Deutsche Bank y Barclays han recomendado un aplazamiento. Sin que se haya presentado aún el documento de “intención de salir a bolsa”, fuentes sugieren que Blackstone está retomando la idea de una venta privada, una vía previamente explorada sin éxito. Sin embargo, la OPV parece estar archivada, ya que nuevas noticias españolas indican que Blackstone buscará otras opciones de venta, incluyendo a fondos de la competencia.

Además de la exposición de la firma al juego de alto riesgo, Blackstone mantiene una posición significativa en Superbet, el operador de apuestas digitales con sede en Rumanía. A principios de 2025, Blackstone se comprometió a un programa de capitalización de 1.300 millones de euros para la firma, lo que refuerza su postura optimista sobre el futuro del juego online regulado en Europa Central y Oriental. Si bien Superbet sigue siendo una historia de crecimiento, su valoración ahora está sujeta a los mismos obstáculos del mercado que afectan al sector en general.

En relación con el juego, Clarion Events, el grupo de conferencias y exposiciones con sede en Londres, propiedad de Blackstone desde 2017, subraya una fragilidad adicional. Clarion depende de una sólida participación internacional en su cartera de eventos en vivo, incluyendo la ICE Conference de juegos de azar a nivel mundial.

La perspectiva se vio empañada por el creciente proteccionismo económico y la reducción de los presupuestos para viajes corporativos. Informes de 2024 apuntaban a una posible venta, valorando a Clarion en 2.400 millones de libras, una rentabilidad sustancial para un activo en euros adquirido por Blackstone en 2017 por 600 millones de libras.

La perspectiva se vio empañada por el creciente proteccionismo económico y la reducción de los presupuestos para viajes corporativos. Informes de 2024 apuntaban a una posible venta, valorando a Clarion en 2.400 millones de libras, una rentabilidad sustancial sobre un activo en euros adquirido por Blackstone en 2017 por 600 millones de libras.

El nerviosismo del mercado tampoco ha sido favorable a las salidas a Bolsa. La fintech sueca Klarna y la empresa estadounidense de venta de entradas StubHub, ambas con posibilidades de éxito en la salida a Bolsa, anunciaron aplazamientos. El plazo se ha reducido y los inversores muestran una cautela que roza la parálisis.

Para Blackstone, que prospera gracias a una combinación de capital paciente y oportunidad, los aranceles podrían suponer una prueba de adaptabilidad. Sin embargo, con la cartera europea cada vez más expuesta a la ciclicidad del consumidor y a las fluctuaciones de la confianza global, la empresa debe actuar con cautela. La era de las salidas fáciles y los múltiplos boyantes podría estar llegando a su fin.

El presidente y director de operaciones, Jonathan Gray, ha advertido contra las reacciones impulsivas ante el ruido geopolítico. En una reciente sesión informativa para inversores, instó a pensar a largo plazo, señalando que la volatilidad suele generar oportunidades para el capital disciplinado. Aun así, incluso Gray reconoce que afrontar este momento requerirá mayor determinación y una vigilancia rigurosa de las valoraciones.