SBC Summit Americas: IMGL Masterclass y el necesario diálogo con los reguladores

panel de IMGL en SBC Summit Americas

El interés por los mercados latinoamericanos cobró más relevancia en los últimos años gracias a la ola de regulaciones que se empezó a sentir en algunas de las jurisdicciones más pobladas de la región, como es el caso del gigante Brasil. Sin embargo, los debates en torno a este tema siguen abiertos. Una vez establecidos los marcos regulatorios, la sobre-regulación se vuelve una tentación para Estados que buscan aumentar la recaudación y para ciertos sectores sociales que se oponen a la industria del juego.

Esta combinación, según los expertos, puede resultar contraproducente: promueve el crecimiento de prácticas ilegales, reduce los márgenes de maniobra de las empresas con licencia y genera un entorno inestable donde la inversión empieza a tambalear.

Durante una de las sesiones más esperadas de SBC Summit Americas 2025, en el marco del Simposio de Protección al Jugador, referentes internacionales del derecho y la regulación del juego, convocados por IMGL (International Masters of Gaming Law), coincidieron en una premisa clave: la industria necesita repensar el vínculo con los reguladores, no desde el enfrentamiento, sino desde el diálogo, la formación y la construcción conjunta.

“Latinoamérica no se puede abordar con una sola estrategia”, remarcó Juan Camilo Carrasco, socio de Asensi Abogados y miembro de IMGL, haciendo énfasis en la necesidad de adaptarse a cada realidad nacional, y señaló: “Cada gobierno tiene sus propios tiempos, intereses y presiones. Antes, Colombia era un ejemplo de apertura regulatoria. Hoy hablamos de nuevas restricciones publicitarias y subas impositivas. Hay que entender que el puente con el regulador se reconstruye una y otra vez”.

Con una mirada crítica pero constructiva, Carrasco destacó que esta industria “nunca está en una zona cómoda” y que su evolución exige creatividad, responsabilidad y humildad. “No se trata solo de defender intereses. Tenemos que educar al regulador y, para eso, primero tenemos que escucharlo”, propuso.

Por su parte, Gabriel Benedik, Senior Executive – Government Affairs en Gaming Laboratories International (GLI), apuntó a un problema recurrente: los debates se dan entre quienes ya están dentro del sector. “Nos reunimos, compartimos experiencias, intercambiamos conocimientos… pero ¿dónde están las personas que realmente necesitan aprender?”, preguntó, provocando una pausa reflexiva en la sala. “Nosotros ya sabemos cómo funciona la industria. El reto es abrir la conversación con quienes no saben. ¿Por qué no traer a esos reguladores a Estados Unidos para mostrarles cómo trabajamos acá?”, dijo.

La necesidad de fomentar una conversación transparente también fue destacada por Daniel McGinn, Special Counsel en Jones Walker, quien recordó que muchos reguladores enfrentan presiones externas que la industria a veces ignora: “No basta con cumplir la ley. Las compañías que crecen son las que entienden el ecosistema completo. Hay que tener el coraje de hacer las cosas mejor que bien”.

IMGL: Reescribir la narrativa, cambiar el enfoque

La narrativa dominante también fue puesta en cuestión. ¿Por qué seguimos hablando del juego solo en términos de riesgo, y no como una industria generadora de empleo, innovación tecnológica y recursos para los Estados?

“Tenemos que empezar a hablarle al mundo de otra manera. ¿Qué pasa con los trabajos que se pierden por culpa del mercado ilegal? Cada vez que suben los impuestos sin una estrategia, cada vez que se restringen canales de forma arbitraria, no solo se pierden ingresos: se pierden empleos reales”, remarcó Benedik.

En ese sentido, Bill Pascrell, III, Partner en Princeton Public Affairs Group, fue tajante: “Lo peor que puedes hacer es mentirle al regulador. Si haces las cosas de forma dudosa, no deberías tener licencia. Tenemos que ser honestos entre nosotros y con quienes nos auditan. Si sigues subiendo los impuestos, vas a recaudar menos y a beneficiar al mercado ilegal. Lo lógico sería lo contrario: hacer más competitivo al mercado legal”.

A lo largo de la sesión IMGL Masterclass: De lo legal a lo legítimo: Prioridades post-regulación en el juego, surgió una visión clara y compartida: la regulación no es el fin, sino el medio. Y como toda herramienta, debe usarse con propósito. 

“¿Qué queremos construir con esta industria? ¿Qué queremos que signifique el juego en nuestras sociedades?”, lanzó Tomás García Botta, socio de MF Estudio y moderador del panel, invitando a pensar más allá del marco normativo. 

“El consumidor rara vez se entera cuándo hiciste más dinero o cuándo pagaste más impuestos. Lo que le importa es si lo tratas bien, si está protegido y si el entorno es justo”, afirmó.

Una industria que se reinventa, o se estanca

La masterclass cerró con un consenso fuerte: la industria ya tiene suficiente información, datos, marcos y experiencia acumulada. Ahora es tiempo de actuar con visión estratégica, coraje institucional y diálogo honesto.

“La pregunta ya no es si sabemos lo que hay que hacer. La pregunta es si tenemos las personas, el compromiso y la capacidad para hacerlo realidad”, sintetizó Carrasco.

El desafío está planteado. Y si algo dejó claro este panel de expertos de IMGL es que el futuro de la industria del juego en Latinoamérica dependerá tanto de las leyes como de las conversaciones que esté comprometida a tener.