Esta semana, la agencia de marketing con foco en experiencia del cliente A Game Above se asoció con el desarrollador de servicios web Beanstalk para lanzar Yield Sec, un innovador producto que brinda soporte a los reguladores a nivel global.
Ambas compañías destacaron que Yield Sec se ha convertido en la “primera herramienta” que proporciona ayuda a los gobiernos y reguladores para monitorear y bloquear las “amenazas del mercado negro online”, lo que ha estado obstaculizando el progreso de las empresas con licencia en los mercados regulados.
Steen Madsen, CEO de A Game Above, y Jack Symons, cofundador y director de Beanstalk, son miembros del consejo de supervisión de Yieldsec.com, y hablaron con CasinoBeats sobre el proceso de innovación de su empresa conjunta y los beneficios que el producto traerá a la industria.
Evolución legislativa
Cuando comenzó el boom de los juegos y apuestas online, alrededor de 1996, no había reglas específicas para la industria. Con el tiempo, las jurisdicciones han tratado de introducir normas y controlar el mercado, ya sea para proteger los monopolios existentes o para asegurarse dos razones clave: impuestos y protección del jugador.
Sin embargo, casi todos los países que han implementado controles para el juego online han sufrido un rendimiento fiscal muy por debajo de lo que proyectaban antes otorgar licencias. En resumen, no todos los negocios que existen online se legalizaron ni se desarrollaron en conformidad a la ley y a los requisitos de impuestos.
La industria de los juegos y apuestas online se divide hoy en día en tres estados de evolución legislativa, internacionalmente:
1) Mercado prerregulado:
No existen leyes específicas en el mercado sobre los juegos y apuestas online, principalmente, en cuanto a licencias, impuestos y regulación.
De esta forma, no existe tampoco un mercado negro para los juegos y las apuestas en dicho territorio: la operación está permitida solo porque no está prohibida, pero todos los involucrados reconocen los riesgos legales con respecto a su capacidad futura de ingresar al mercado en caso de que se legalice.
2) Mercado en vías de regulación:
Estas jurisdicciones se encuentran en el proceso de redacción y habilitación de regulaciones y normativas de impuestos: en diversos grados, estos mercados pueden ser etiquetados como “grises”, si tienen poca o ninguna capacidad de control o de sanción.
Alemania, por ejemplo, se encuentra actualmente en este estado, después de haber anunciado que planifica crear un mercado protegido con licencias e impuestos para 2021.
Operar en un mercado en vías de regulación generalmente conlleva un riesgo claro, sobre todo una posible incapacidad para obtener licencias debido a las llamadas cláusulas legales de “mal actor” dentro de las condiciones futuras de la licencia.
Si opera en un mercado que ha anunciado que la regulación llegará pronto, corre el riesgo de ser excluido parcialmente o por completo una vez que quede establecido el mercado legal.
3) Mercado regulado:
Se trata de un mercado con licencias e impuestos, con monitoreo y sanciones, generalmente solo contra los operadores con licencia. Reino Unido sería un excelente ejemplo.
Incluso en este mercado de juegos online con licencia, impuestos y regulación más madura, el Gobierno actual ha dejado en claro que está a punto de embarcarse en un cambio fundamental de regulaciones de negocios a futuro.
Entendimiento del jugador
A lo largo de esta evolución, los operadores han progresado desde el estado de mercado abierto a condiciones cada vez más reguladas y restringidas en territorios particulares, a medida que el negocio global continúa fragmentándose en operaciones muy específicas, con licencias locales por país o estados.
Y no todas las empresas han decidido seguir las regulaciones, cumplir y tributar en beneficio de cada mercado local. Algunos negocios permanecen online, se adaptan a las condiciones de comercialización modificadas y aún prestan servicios a un país o estado, ilícitamente, convirtiéndose en operadores del mercado negro.
El problema con este mercado, históricamente y hoy, es que pocos consumidores, si es que hay alguno, identifican activamente los sitios y aplicaciones como ilícitos, ilegales o irresponsables.
¿Por qué?
Estos sitios se ven, se sienten y operan como cualquier otro servicio de juegos y apuestas online, y los consumidores los localizan a través de medios idénticos: motores de búsqueda, influencers de redes sociales, publicidades, menciones de relaciones públicas, etc. En ningún momento los consumidores tuvieron que “ir a la parte mala de la ciudad” para encontrar estos servicios: están fácilmente disponibles a través de su teléfono móvil y una búsqueda en Google.
La búsqueda online de un casino o una casa de apuestas deportivas ofrecerá resultados mixtos: algunos sitios legales y con licencia, en aquellos países y estados que han promulgado y aprobado leyes para permitir estas ofertas; y muchos sitios offshore sin licencia, con sede en lugares como Curazao y Panamá, disponibles online pero sin ninguna referencia a las leyes nacionales o estatales, sin respetar las restricciones a productos específicos, y sobre todo, de manera alarmante, sin ninguna contribución a los impuestos o medidas de protección del jugador.
Si los jugadores son indiferentes a si un operador es legal, tiene licencia y está regulado, eso es un subproducto de la falta de educación y conciencia pública, en general. La legislación y las licencias de los juegos online son una política pública que han salido pocas veces o ninguna en una publicidad y en campañas, como, por ejemplo, el uso de cinturones de seguridad en los automóviles o el abandono del hábito de fumar en lugares públicos.
El mercado masivo tiene poca o ninguna comprensión de qué es y qué no es un sitio con licencia, ni por qué existe tal sistema, y por qué es más útil para ellos.
Operaciones oscuras
La neblina del mercado negro viene invadiendo desde hace mucho tiempo, pero hoy es más obvio que en cualquier otro momento. Cuanto más regulan, adaptan y experimentan los mercados las especificidades del negocio, como los bonos, la participación, la actividad y los límites de depósitos, la verificación de identidad, KYC, AML, y más, la sombra del mercado negro llega a tentar a los jugadores a volver a estos sitios.
¿Sin CRM y bonos de retención en sitios suecos con licencia? No hay problema. Simplemente busque en Google “apuestas de bonificación o casinos de bonificación” y encontrará docenas, si no cientos, de opciones. Ninguno tiene licencia. Ninguno protege a sus jugadores. Ninguno paga impuestos ni ajusta sus operaciones, publicidad y negocios como funciones habituales para cumplir con las reglas. Pero, ese es el problema con el mercado negro.
Cuantas más condiciones se impongan a las empresas autorizadas, legales y reguladas, y mientras más sigan los reguladores castigando a los operadores con licencia, sin ir contra los ilegales, más riesgos correremos.
También fallamos en consolidar y salvaguardar una industria que, desde su inicio, necesitaba controles y supervisión que los operadores con licencia han aceptado, adaptado y acogido, y no deberían enfrentar una “competencia” injusta contra los sitios del mercado ilegal, que no participan en el cuidado al jugador ni en los ingresos para los gobiernos.