En un comunicado compartido por el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR), la entidad que aboga por los intereses de los jugadores en el país sudamericano hizo un descargo sobre la situación actual y a futuro de la industria del juego y las apuestas en Brasil.
Allí, advirtió sobre los altos precios de las licencias y las limitaciones de mercado como dos potenciales puntos de inflexión alrededor del interés de las empresas internacionales.
“El IBJR está profundamente preocupado por los nuevos atrasos y la trayectoria incierta del mercado de apuestas deportivas en Brasil”, dijo el Instituto.
El primer punto del IBJR hace referencia al cambio de calificación del proyecto: de una medida provisional pasó a un Proyecto de Ley con carácter urgente, “generando atrasos e incertidumbres entre los operadores y miembros del IBJR”.
“A lo largo de los cuatro años que esperamos la regulación del sector, desde la aprobación de la Ley 13.756 en el Congreso y la sanción del Presidente, nuestro optimismo alrededor del potencial del mercado brasileño ha sido desafiado”, dijo el IBJR.
Entre las preocupaciones del Instituto, se nombró el “riguroso” régimen tributario, calificado como uno de los más altos a nivel global, al igual que el precio de las licencias, fijadas en 30 millones de reales (5.9 millones de dólares).
“Los altos impuestos darán como resultado propuestas de valor menos atractivas para los jugadores, en comparación con las que ofrece el mercado paralelo”, aclaró el IBJR.
Y dijo: “Así, tendríamos dos contextos muy diferentes”. Por un lado, existiría un mercado de apuestas regulado, con impuestos altos y productos limitados y, por otro, un mercado paralelo con impuestos mínimos y diversidad de productos.
“No nos queda clara la capacidad del gobierno para erradicar la competencia desleal”, comentó el Instituto, que además hizo referencia a las “ambiciosas” y “desconocidas” ideas que tienen las autoridades.
De esta forma, el gobierno percibiría menos ingresos ya que existirían menos interesados en obtener una licencia. Asimismo, la amenaza a la integridad deportiva crecería y existiría una protección mínima para los jugadores.
La propuesta del IBJR sobre el mercado de apuestas
La entidad creada para defender a los jugadores compartió lo que considera un marco ideal para uno de los mercados de apuestas más esperados a nivel global en los últimos tiempos.
Por un lado, se mantendrían los impuestos propuestos en la ley 13.756 y se ajustaría el Impuesto sobre la Renta (IRPF). Del 30 por ciento sobre las ganancias de este último, se retendría el porcentaje desde el inicio, de forma compensatoria. “No tiene sentido comparar las loterías tradicionales con apuestas deportivas”, dijo.
Por otro lado, el mercado sería más abierto que lo que actualmente se está considerando. Es decir, los operadores tendrían la oportunidad de ampliar sus productos y contar con una oferta de apuestas competitiva, una que le haga frente a la competencia internacional: “La manipulación ocurre en el extranjero, limitar los mercados locales a operadores autorizados en Brasil no evitaría la manipulación”.
Además de adoptar las mejores prácticas internacionales en cuanto a juego responsable, publicidad, medidas de prevención de lavado de dinero e integridad, se prohibirían todos los juegos no autorizados explícitamente por las autoridades.
Tal como apuntó el Instituto, regular es el paso correcto, pero debe realizarse de forma “coherente” y debe estar a la par de los mercados internacionales “sostenibles y exitosos” que operan desde hace décadas.
“A medida que el proceso regulatorio ingresa a sus etapas finales, aún no estamos convencidos de que los tomadores de decisiones entiendan que los inversionistas legítimos no buscarán licencias en Brasil sin las garantías de una regulación sustentable y justa, que permita una competencia justa entre los operadores. Brasil no es un mercado atractivo a toda costa”, concluyó.