La Cámara de Diputados de Brasil aprobó ayer por la noche el proyecto de ley que regula las apuestas deportivas. El nuevo texto, sin embargo, introduce al juego online a través de la incorporación de la medida provisoria 1182/23, al igual que una nueva distribución del dinero recaudado a partir del juego. Ahora, será enviado a Senadores para un voto final.
A partir de estas nuevas reglas, se reduce el porcentaje de ingresos de Seguridad Social del 10 por ciento al 2 por ciento, mientras que Educación pasará a tener un 1,82 por ciento, Turismo un 5 por ciento y los deportes, un 6,63 por ciento. Además, las secretarias estatales recibirán el 0,5 por ciento que, consecuentemente, se repartirá entre los municipios de forma proporcional por la cantidad de habitantes.
El monto por licencia se mantiene al igual que en la medida provisional presentada hace ya unos meses, con un valor de 30 millones de reales, que deberán ser abonados, luego de cumplir ciertos requisitos, dentro de los 30 días posteriores a la autorización.
A pesar de mantener el precio de la licencia, la validez de la misma se redujo de cinco a tres años. De esta forma, perjudica aún más a los operadores que ya habían discutido que el sistema impositivo era poco favorable para mantener un mercado sano y productivo.
Juego online
Uno de los puntos más importantes de las modificaciones realizadas es la introducción de la “posibilidad de explorar eventos de juegos virtuales online, cuando el resultado esté determinado por el resultado de un evento futuro aleatorio”.
De esta forma, se interpreta que el juego online, incluyendo casinos, está contemplado en la regulación del juego, a pesar de que, a diferencia de las apuestas, nunca pasó por un proceso de legalización.
El texto aclara que los deportes de fantasía no estarán permitidos si las apuestas se realizan mediante el uso de avatares de personas reales.
Por otro lado, se permiten las apuestas sobre esports.
De acuerdo a Adolfo Viana, relator del Proyecto de Ley 3626/23 que modificó el de las apuestas, “no se trata de lanzar o no el juego online, se trata de regular una actividad que ya está ocurriendo a nivel nacional”, tal como reportó Globo.
Las compañías deberán estar basadas en Brasil
Tal como se esperaba, cualquier operador interesado en compartir su oferta en Brasil deberá contar con una sede y administración local. De esta forma, quedan excluidas las empresas extranjeras que no cuenten con operaciones locales al momento de aplicar.
Además, deberán cumplir con un mínimo de capital social y tener al menos una persona con experiencia comprobable en la industria del juego.
Estas empresas también tendrán que adoptar políticas internas para prevenir el lavado de dinero, entre otras cosas ilegales, y enviar datos al Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf).
Como parte de los requisitos, existe un punto alrededor del juego responsable y de la integridad de las apuestas. Esto es particularmente relevante para una industria que se ha visto recientemente golpeada por distintos casos de amaño en el fútbol local y por la presunta participación de futbolistas brasileños en competencias del exterior.
