La semana pasada estuvo cargada de noticias para todos los actores del mercado de las apuestas deportivas de Brasil. Entre varias novedades, el miércoles 28, la Comisión de Deportes del Senado (CEsp) aprobó el Proyecto de Ley n.º 2985/2023, que establece normas para la publicidad relacionada con el juego online y las apuestas de cuotas fijas.
Ese mismo día, el proyecto de ley se envió al Pleno del Senado con solicitud de urgencia, donde fue aprobado. Ahora, quedó a la espera de ser abordado por la Cámara de Diputados.
El proyecto de ley, aprobado en forma de texto sustituto (alternativo) por el ponente Portinho, prohíbe el uso de imágenes o la participación de deportistas, artistas, comunicadores e influencers en acciones de comunicación, publicidad y marketing transmitidas por radio, televisión, redes sociales o internet. La transmisión de material publicitario también tendrá un horario restringido.
Desde entonces, varios actores de la industria han expresado su opinión sobre la medida. Más de 50 clubes de las Series A, B, C y D del fútbol brasileño emitieron un comunicado conjunto, señalando que el proyecto, de aprobarse, provocará el colapso financiero de todo el ecosistema deportivo.
Por su parte, el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) también se pronunció, expresando su profunda preocupación por la situación.
Para comprender mejor el panorama, SBC Notícias Brasil contactó a importantes figuras del mercado brasileño de apuestas deportivas, quienes compartieron sus opiniones sobre el proyecto de ley.
La restricción no educa y el sector necesita madurar
Fabrício Nunez, director de Marketing de SeuBet, señaló las similitudes entre lo que ocurre con las apuestas hoy en día y lo que otros sectores han vivido en el pasado: “La publicidad de apuestas está experimentando hoy lo que la publicidad de bebidas alcohólicas (los famosos anuncios de cerveza) vivió hace años, un momento de transformación, no de censura”.
Según el experto, en ese momento, el sector necesitaba madurar, crear códigos éticos y comprender los límites, pero se mantuvo relevante, creativo y presente. Y considera que lo mismo debe suceder con el mercado de apuestas tradicional.
“Prohibir no educa. La restricción no soluciona nada. Lo que marca la diferencia es ser responsable, transparente y comprender que una buena comunicación también protege”, concluyó Núñez.
El procedimiento puede debilitar a los operadores regulados
Alexandre Fonseca, director ejecutivo de SuperBet Brasil, expresó su respeto por la postura del Legislativo brasileño, pero señaló que las sugerencias propuestas por la Ley de Juego tienden a “debilitar a gran parte de los operadores debidamente regulados y facilitar la operación y expansión del mercado ilegal, que no cumple con normas como la promoción del juego responsable y la implementación de herramientas que impiden el acceso de menores a la plataforma, además de favorecer solo a ciertos actores de la industria”.
Fonseca también recordó el impacto que la medida tendría en los clubes, que actualmente dependen de los ingresos por publicidad en el campo, y agregó: “La publicidad es una herramienta importante para diferenciar los recintos legales de los ilegales y, por eso, creemos en alternativas más equilibradas y sostenibles, capaces de proteger eficientemente al público más vulnerable sin comprometer el desarrollo de un mercado regulado, seguro y transparente”.
Por su parte, Fernando Paz, socio de Soho Sports & Brands, coincidió en que al restringir severamente la publicidad de las apuestas, se debilita el mercado legal y se facilita el crecimiento de operadores ilegales.
“Bloquear la comunicación no resuelve el problema; solo lo arrincona hacia la informalidad. La regulación se realiza con equilibrio y responsabilidad, no con prohibición. Es necesario crear reglas claras y no sofocar a quienes cumplen la ley”, dijo.
El Decreto sirve de advertencia a la industria
Asimismo, Rafael Marchetti Marcondes, director jurídico de Rei do Pitaco, afirmó que el PL impone severas restricciones a la publicidad de las apuestas en Brasil y cree que, “si bien la intención de los legisladores es proteger al consumidor y combatir el juego problemático, las limitaciones excesivas pueden tener efectos contraproducentes”.
Entre los ejemplos más preocupantes para Marchetti se encuentran la restricción de la publicidad a horarios muy específicos, en televisión y redes sociales, la prohibición total de la publicidad en medios impresos y la prohibición de la transmisión de anuncios durante eventos deportivos en vivo.
El director jurídico de Rei do Pitaco afirmó que tales medidas comprometen la comunicación legítima de los operadores autorizados y dificultan su diferenciación de las plataformas ilegales.
“La experiencia de Italia sirve como una importante advertencia para Brasil. En 2018, con el llamado Decreto Dignità, los italianos implementaron prohibiciones integrales similares. Sin embargo, el resultado fue el contrario al deseado: el mercado ilegal se expandió, los apostadores migraron a plataformas no reguladas y el sector deportivo sufrió pérdidas financieras debido a la interrupción de los patrocinios legales”, detalló.
Y compartió que, de hecho, el propio gobierno italiano ya está considerando revertir estas medidas, reconociendo que la falta de publicidad ha obstaculizado las acciones educativas y comprometido el control estatal sobre el mercado. #Seguir este mismo camino podría aislar a Brasil de las buenas prácticas regulatorias adoptadas en otras jurisdicciones”, continuó Marchetti.
Para él, imponer un sistema como el propuesto “solo favorece el crecimiento de la clandestinidad”. Marchetti consideró que el país debería dar tiempo a la regulación existente, que define como “bastante equilibrada” y basada en los “mejores estándares internacionales”.
El reto es garantizar la transparencia
En este marco, Lívia Troise, directora de Innovación de Casa de Apostas, celebró el reciente esfuerzo del Senado por establecer directrices más claras para la publicidad, pero señaló que el sector ha recibido un trato desproporcionado.
“Unas normas bien definidas son esenciales para construir un entorno más seguro y fiable. Sin embargo, seguimos observando una postura desproporcionada en la aplicación de estas medidas. La atención se centra casi exclusivamente en los operadores que han optado por la vía de la regulación, mientras que otros, que operan sin licencia federal o incluso al margen de la ley, siguen avanzando sin mayores obstáculos”, explicó.
Y concluyó: “El verdadero reto reside precisamente en garantizar la transparencia, no solo en las normas, sino también en la supervisión y el trato que se da a quienes han optado por formar parte de la construcción de un mercado más transparente”.