Las empresas interesadas en expandir sus operaciones a nivel internacional tienen una amplia gama de opciones en Latinoamérica, aunque, en ocasiones, la falta de información y cifras oficiales los frena, impidiendo que sean los primeros en participar en los procesos regulatorios.
Como señaló Karen Sierra-Hughes en KPMG Malta Gaming eSummit, cuyo panel está incluido en el reporte que resume la actividad más relevante, cuando las empresas piensan en ingresar a una jurisdicción en América Latina, deberán considerar muchos elementos diferentes para obtener un mejor retorno de inversión.
La vicepresidente de Latinoamérica y el Caribe de Gaming Laboratories International (GLI) se centró en tres temas especiales: marco legal, cuestiones de desarrollo financiero y penetración de Internet, cuyos números difieren significativamente de una jurisdicción a otra.
“En cuanto al marco legal, hay varias cosas que necesito mencionar. En primer lugar, el acceso a información precisa. Para aquellos que han estado en nuestra región, especialmente en jurisdicciones emergentes donde están llegando nuevas verticales, o jurisdicciones donde no hay una entidad reguladora dedicada al juego, es muy difícil acceder a la información”, dijo.
Sin embargo, en muchos de esos países, incluso en las principales jurisdicciones, es posible que los reguladores no tengan un sitio web adecuado donde se pueda acceder a la información, lo que significa que este será el primer desafío al que se enfrentarán las empresas.
En cuanto a las licencias, Sierra-Hughes explicó que los procesos difieren mucho entre países: “Hay jurisdicciones donde solo exigen licencias a los operadores, que son responsables de cada parte del negocio, incluida la responsabilidad que los proveedores de juegos puedan tener sobre su producto”.
“La larga distancia no funcionará y en Latinoamérica las relaciones comerciales se basan en la confianza. Eso no solo aplica para las empresas privadas, sino también para las entidades gubernamentales”, explicó.
“Por lo tanto, muchas empresas están tratando de entender un país, entender el potencial o hacer negocios y, si intentan hacerlo de forma remota, la pasarán muy mal. O alguien local te ayuda o te tomas tu tiempo para conocer estas jurisdicciones, especialmente cuando se abren nuevos mercados y surgen nuevas relaciones. La mejor manera de participar y ser parte de esa conversación sería tener una relación personal localmente”, dijo.
Debido a la falta de información, también es difícil acceder a los datos de ingresos, y aún más poder proyectar cuántos ingresos obtendrán las empresas desde su inversión.
En algunos países como Argentina, las empresas también deberán tener en cuenta el costo de sacar fondos del país, ya que no es un proceso legal o administrativo fácil y, en ocasiones, tendrán que depender de terceros.
Al navegar los problemas financieros en la región, Sierra-Hughes dijo que los operadores deben pensar cómo van a abordar esto en diferentes países: “Los operadores deben ser realmente creativos para llegar a los clientes que no tienen acceso a cuentas bancarias o tarjetas de crédito”.
Por eso, destacó las operaciones minoristas y dijo que los operadores tienen más éxito si tienen una red minorista más grande.
Sobre la diversificación, las apuestas deportivas comprenden del 70 al 80 por ciento de la industria en Latinoamérica, pero desde que empezó la pandemia, las empresas se están enfocando en agregar más contenido como juegos de casino, póker y estudios en vivo.
Sin embargo, Sierra-Hughes dijo: “El desafío no es solo agregar contenido, sino también enseñarle a los jugadores cómo jugar estos juegos y atraerlos cuando obviamente tienen interés en las apuestas deportivas”.
Juego responsable
En relación con el juego responsable, mencionó que tendrá un papel importante, ya que los reguladores tendrán conversaciones con la industria para que sean proactivos sobre cómo abordarán este problema y cómo demostrarán que se encuentran en cumplimiento.
También destacó a la Ciudad de Buenos Aires, donde hay un proceso de certificación no solo de operadores sino también de proveedores, y Brasil, donde la normativa dice que los operadores de apuestas deportivas deben tener un convenio con asociaciones de monitoreo deportivo.
Penetración de internet
En Latinoamérica, la penetración de internet es uno de los mayores desafíos: en general, oscila entre 50 por ciento y el 90 por ciento, y los operadores también tienen que pensar en qué tipo de acceso a internet tiene la gente.
Hay jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires, con un 90 por ciento de penetración de servicios de internet y un 80 por ciento de penetración de servicios financieros, mientras que otras como Perú tienen un 70 por ciento de penetración de internet, pero principalmente en la capital Lima y alrededores, con un 50 por ciento de inclusión financiera.
La penetración de internet y servicios financieros en Chile es del 88 por ciento y 90 por ciento, respectivamente, por lo que, naturalmente, Sierra-Hughes dijo que será una “jurisdicción realmente atractiva una vez que abra”.
Para concluir, destacó que hay otras jurisdicciones donde los operadores deberán enfocarse en su oferta, como la provincia de Mendoza en Argentina, donde la penetración de internet es del 78 por ciento pero el 69 por ciento es solo móvil.
“La oferta tiene que estar en versión móvil incluso antes de que lancen el juego, así que eso es algo muy importante allí”, dijo.