La Comisión Parlamentaria de Investigación de Apuestas, denominada CPI das Bets, tuvo otro capítulo polémico, esta vez con la presencia de la influencer y presentadora Virginia Fonseca como testigo.
La creadora de contenidos cuenta con más de 50 millones de seguidores en sus redes sociales, tal como fue reforzado constantemente durante su testimonio, y fue invitada a aclarar su papel en la promoción de las casas de apuestas.
Vestida informalmente con una sudadera con el rostro de su hija y con una botella de agua rosa en sus manos, Fonseca fue interrogada por senadores, entre ellos la relatora de la CPI, Soraya Thronicke (Podemos-MS), sobre un video realizado en 2022, en el que la influencer promociona una casa de apuestas.
Visiblemente molesta, la influencer replicó: “Soraya, utiliza un video reciente. Estás usando un video de 2022. El Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria ni siquiera tenía las normas regulatorias”.
Tras ser reprendida por el senador y el presidente de la CPI, la creadora de contenido se disculpó públicamente, reconociendo su tono acalorado: “Quiero disculparme por estresarme. En el momento de ese video, no había exigencias del CONAR. Hoy entiendo mejor los datos que trajo. Me voy de aquí reflexionando”.
Aunque se negó a responder preguntas específicas sobre el valor de sus contratos, amparada en el derecho constitucional a guardar silencio, previsto por el Tribunal Supremo Federal (STF), la influencer garantizó que todos los beneficios económicos fueron declarados al Servicio de Ingresos Federales.
Fonseca también se comprometió a entregar los contratos con las empresas Blaze y Esportes da Sorte, con la condición de que permanezcan en privado debido a cláusulas de confidencialidad.
Virginia Fonseca niega la existencia de una “cláusula de infortunio ajeno”
Durante su testimonio, la presentadora negó la existencia de la llamada “cláusula de infortunio ajeno” en sus contratos. Esta cláusula preveía una comisión basada en las pérdidas de los apostadores. Pero, según ella, solo hubo un bono de rendimiento, que nunca se activó.
“Mi contrato estipulaba un 30 por ciento más si duplicaba las ganancias de la empresa, lo cual nunca ocurrió. Era una cantidad fija, sin relación con las pérdidas de los seguidores”, dijo.
La influencer también insistió en que siempre ha dejado claros los riesgos que conllevan las apuestas y ha seguido las recomendaciones del CONAR: “Digo que se puede ganar o perder, que los menores de 18 años no tienen permitido jugar y que quienes tienen adicción no deben participar. Siempre lo he dejado claro”, afirmó.
También negó haber utilizado su cuenta personal para grabar videos promocionales, explicando que las plataformas facilitaron cuentas específicas para estas acciones.
El conocimiento del mercado, o la falta de él, fue un punto que se destacó durante el testimonio de Fonseca. En su discurso, la influencer recordó constantemente que seguía un guión: “Hablo por mí misma, no sé cómo lo hacen otras influencers. Siempre lo dejo claro. Hablo de todo lo que me han contado. Normalmente, hago tres historias. En dos hablo, y en la otra muestro cómo jugar y todo lo demás. Si es necesario que lo haga mejor, solo díganmelo y lo haré como debe hacerse”, dijo.
En otra pregunta, la senadora Soraya preguntó si la influencer grabó los anuncios con una cuenta idéntica a la de los usuarios en la plataforma, a lo que la creadora respondió que no. La senadora luego reforzó que se trataría de una cuenta de demostración. Fonseca probó que no sabía lo que eso significaba.
“Si todo esto realmente perjudica a la población, debería prohibirse de una vez por todas. Pero nunca he aceptado promover sitios web no regulados, a pesar de que recibo propuestas a diario”, declaró Virginia Fonseca.
Al final de su participación, la influencer dijo: “No me hice millonaria con las apuestas. Mi empresa, Wepink, ganó 750 millones de reales en 2024. En cuanto a la publicidad con apuestas, lo pensaré en casa, pueden estar seguro”.