Un diputado de la provincia de Buenos Aires presentó una nueva propuesta para prohibir la publicidad del juego y las apuestas.
Jorge Martín Rodríguez, legislador por el oficialismo, introdujo una iniciativa que se suma a un gran número de propuestas de ley para limitar a la industria.
Puntualmente, busca prohibir “la publicidad, patrocinio o promoción de máquinas electrónicas de juegos de azar, apuestas hípicas, juegos de casino y loterías”. De este modo, incluye a todos los segmentos del sector, tanto público como privado.
Según Rodríguez, la iniciativa surge en respuesta a un creciente número de jugadores patológicos jóvenes. El legislador lo atribuyó a la “publicidad agresiva” de las plataformas online, tanto legales como ilegales, por lo que apuntó contra este segmento para tratar lo que consideró “un problema de salud pública”.
Bloqueo de sitios de juego y apuestas en escuelas de la provincia
Luego de la iniciativa impulsada por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, una diputada de la provincia homónima presentó una iniciativa para bloquear los sitios de apuestas en las redes de internet de las escuelas públicas.
La legisladora Silvina Vaccarezza introdujo un proyecto de ley para imponer el bloqueo de las direcciones IP de los sitios de apuestas en el sistema de educación estatal.
“Con este proyecto instamos al gobierno de la provincia de Buenos Aires a que dé un paso más en la lucha contra la ludopatía adolescente, un trastorno creciente y preocupante”, explicó la diputada.
“No garantiza que no vayan a ingresar, pero ayuda a desincentivarlo“, agregó.
Según Vaccarezza, el proyecto es un llamado a que “el gobierno de la provincia de Buenos Aires dé un paso más en la lucha contra el juego patológico en adolescentes, un trastorno creciente y preocupante”.
Además de la iniciativa para bloquear los sitios de apuestas en la provincia, Vaccarezza también impulsa la creación de una línea telefónica gratuita para asistir a jóvenes con conductas patológicas de juego y a sus familias.
“Suele decirse que la escuela es una ‘caja de resonancia’ de la sociedad: seguramente por eso fueron los docentes los primeros en advertir el problema. Estas conductas se vieron potenciadas por el aislamiento durante la pandemia, pero empezaron a manifestarse en las aulas entre marzo y abril del año pasado. Desde entonces no paró de crecer”, apuntó la diputada.