La Cámara de Agentes Oficiales de Lotería y Afines Bonaerenses (CAOLAB) publicó una carta enviada a Omar Galdurralde, titular del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC) de la provincia de Buenos Aires en la que advierten por la situación de las agencias de lotería en Argentina.
En el texto, CAOLAB reclama realizar “un profundo ‘Análisis de Actualización Comercial’” ante “la urgente necesidad de desarrollar iniciativas que permitan superar la crisis actual de la mayoría de las agencias de lotería”. Según explicaron, muchas están “en situación de quebranto” debido al “marcado desfasaje entre recaudación e inflación, estimado en un 40 por ciento”.
Según apuntaron, la quiniela oficial se juega “de la misma manera desde hace 40 años”, por lo que denunciaron que “la actualización de costos de alquiler, sueldos y sus cargas sociales, impuestos municipales, provinciales y nacionales, costo del mantenimiento de máquinas y la implementación del juego online no guardan relación con el producido del 70 por ciento de cada agencia”.
La Cámara se puso “a disposición” del IPLyC en pos de encontrar una solución a esta problemática y adjuntó una serie de pedidos para encauzar un “Plan de Acción”:
- Actualizar el juego de la quiniela, incorporando la Cadena Imperfecta y Juego La Bailarina.
- Utilizar los fondos pendientes de las No Ganadoras para publicitar los juegos de las agencias de lotería.
- Instalación de Slots (VLT) de resolución inmediata exclusivamente.
- Coordinar la carga de créditos y pago de aciertos del juego virtual.
- Equiparar la comisión de la Quiniela Instantánea con la Múltiple.
- Conocer de otras provincias juegos que resulten de atracción para el público apostador.
- Permitir el pago del juego con tarjetas de débito, adecuando las comisiones que estas cobran.
- Tomar apuestas del resultado final de Apuestas Deportivas.
Argentina está inmersa en una delicada situación económica y acaba de sufrir la renuncia de su ministro de Economía, Martín Guzmán, en un contexto en el que la inflación fue de 5,3 por ciento en junio y alcanzó un 64 por ciento en los últimos 12 meses, al mismo tiempo que el peso atraviesa una fuerte devaluación.