En agosto de 2019, los doce casinos de la provincia argentina de Mendoza generaron 370 millones de pesos, un 32 por ciento más que en 2018, según datos del Instituto Provincial de Juegos y Casinos.
De las 7 salas privadas de la provincia, las que forman parte de hoteles 5 estrellas son las que continuamente mueven las cifras más abultadas. En agosto, el ranking fue liderado por el Enjoy del Sheraton con 75 millones de pesos, seguido por el Sun Plaza del Park Hyatt con 58 millones de pesos.
En el tercer puesto se ubicó el Arena del complejo homónimo de Maipú, con 45 millones de pesos, y 5 millones más abajo, se posicionó la sede central del Casino de Mendoza, de gestión estatal.
El lote se completó con: Cóndor (Hotel Intercontinental), el anexo del casino central en San Martín, Tower (San Rafael), el anexo de Rivadavia, Fuente Mayor (Tunuyán), Casino Club y el anexo de Malargüe.
De las mismas estadísticas se desprende que el Fuente Mayor logró un crecimiento del 100 por ciento en los últimos dos años. Su rentabilidad pasó de aproximadamente 5 millones mensuales en 2017, a duplicar esa suma en el último año. En ese lapso, cerraron dos anexos en San Carlos, uno en Tunuyán y otro en Tupungato, por lo que el casino privado ubicado en Vista Flores es actualmente el único del Valle de Uco.
En cuanto al tipo de juegos, los electrónicos son los preferidos entre los visitantes, frente a los «vivos» o de mesa (naipes, ruleta y dados). En este sentido, los tragamonedas concentraron el 90 por ciento del negocio en el último mes, lo que se tradujo en unos 330 millones de pesos.
«La gente sigue jugando porque existe un gran estímulo al saber que el 95 por ciento de la plata que entra a un casino vuelve en premios. Las chances de que te vayas con más dinero del que llegaste son altas», precisó Josefina Canale, directora del IPJyC. Y señaló que el crecimiento del Enjoy y del Sun Plaza se debe a que se trata de empresas chilenas y que trasladaron la competencia a Mendoza. «Tienen espalda financiera y están haciendo una competencia fuerte», apuntó.
Sobre la rentabilidad real que tienen los emprendimientos, Canale afirmó que se trata de un negocio muy fino. «Con ese 5 por ciento que no vuelve en premios deben hacer frente al pago de impuestos y sueldos de empleados, entre otros».
Añadió que «los privados deben abonar cerca de 43,5 por ciento de impuestos a la ganancia y, además, deben pagar 23 por ciento de Ingresos Brutos, una de las tasas más altas de la provincia».
En cuanto a los estatales, la ley dispone que el 35 por ciento del beneficio neto tiene destino prefijado que es utilizado para financiar obras y o programas con fines sociales.