El presidente del Senado, Davi Alcolumbre, busca un acuerdo con los líderes de la Cámara para incluir en la agenda la votación del Proyecto de Ley n.º 2234/2022, que legaliza los casinos, el bingo, los juegos con animales y las apuestas en carreras de caballos en establecimientos presenciales.
Alcolumbre declaró a sus interlocutores que busca que el texto se analice este semestre y que ha intentado convencer a los líderes de los partidos para que lleguen a un acuerdo al respecto.
Sin embargo, según aliados del presidente del Senado, aún no hay acuerdo con los partidos. La iniciativa aún enfrenta resistencia de partidos de oposición, como el PL y la Bancada Evangélica del Congreso, que se están movilizando contra su aprobación.
Si el Senado aprueba el proyecto sin modificaciones respecto al texto de la Cámara de Diputados, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionará el proyecto, quien declaró en junio de 2024 que no bloqueará el PL. El relator del proyecto de ley es el senador Irajá Abreu, y la medida cuenta con el apoyo de parte del gobierno y también de partidos centristas, como Unión Brasil y el PP.
Por otro lado,l ministro de Turismo, Celso Sabino, se pronunció a favor de la aprobación, afirmando que la aprobación de los casinos físicos debería dar mayor visibilidad al turismo en el país.
El texto fue aprobado por la Cámara de Diputados en febrero de 2022 y contó con el apoyo del entonces presidente de la Cámara, Arthur Lira. En junio de 2024, la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) del Senado Federal aprobó el texto por 14 votos a favor y 12 en contra.
“Tras un profundo análisis de este tema, no es posible que todo el mundo esté equivocado y solo Brasil tenga razón al no abordar ni establecer criterios y límites con este proyecto tan importante, necesario y presente en la vida y la rutina de todos los brasileños”, declaró Irajá Abreu en aquel momento.
El proyecto de ley, ya aprobado por la Cámara de Diputados, recibió enmiendas sugeridas, y Abreu propuso ajustes, afirmando que, con la aprobación del proyecto, las inversiones podrían alcanzar los 100 mil millones de reales y generar alrededor de 1,5 millones de empleos directos e indirectos en el país.
“No podemos desaprovechar esta gran oportunidad que otros países competidores ya han comprendido y visto para generar empleo, ingresos e impuestos, que evidentemente se traducirán en beneficios para la población brasileña en áreas esenciales como la salud, la educación, el sector social y la infraestructura”, señaló el relator ante la CCJ.