Análisis de AgiproNews Italian: El cierre de locales de apuestas causará meses de caos

Análisis de AgiproNews Italian: El cierre de locales de apuestas de ventas minoristas causará meses de caos

Con la emisión del “Decreto de Salud Pública” del gobierno italiano, sancionado el domingo 8 de marzo, el juego se ha paralizado oficialmente.

El país, que se convirtió en el centro de la pandemia de COVID-19 en Europa, ordenó a todos los minoristas a cerrar temporalmente las tiendas de alimentos y farmacias, ya que el primer ministro Giuseppe Conte ha tomado una postura más dura para minimizar la propagación del virus y su impacto en las tensas redes de salud de la nación.

Inicialmente, el decreto fue sancionado para la región de Lombardía y en 14 provincias vecinas. En total, el sector de apuestas de Italia cerró 6.000 tiendas, junto con 500 salas de juego y 200 bingos, que cumplen con el pedido de Conte.

Sin embargo, en cuestión de días, el dramático decreto se endurecería aún más al establecer una cuarentena nacional que derivó en que toda Italia “entre en sus horas más oscuras”.

En la actualidad, todos los ​​minoristas italianos están obligados a cumplir con la orden del decreto hasta el 3 de abril. De todas formas, sigue habiendo una gran posibilidad de que el cronograma de cuarentena de las empresas italianas se extienda, ya que los casos COVID-19 se han desparramado por todas las provincias italianas.

Las calles fantasmagóricas revelan que todas las salas de apuestas minoristas, los bingos y los locales de VLT fueron obligados a cerrar temporalmente por un período de tres semanas. La cuarentena afecta aún más a todas las verticales de juego italianas al cerrar bares y cafeterías, lo que frena la actividad de las máquinas tragamonedas. 

Al proporcionar algunos suministros esenciales, los kioscos italianos han escapado del pedido de Conte. Sin embargo, los comerciantes deben limitar el acceso al público y no pueden operar transacciones relacionadas con el juego, excepto por la venta de boletos de loterías.

Los impactos de COVID-19 provocan un comienzo difícil para el comercio en 2020, y los salones de juego italianos reportan que las operaciones con las “tarjetas de salud” estatales, obligatorias para acceder a las máquinas, experimentaron una disminución dramática del 30 por ciento en comparación con los registros de 2019.

En un reporte de la industria, las cifras apuntan a un gran impacto para todos los representantes del sector de las apuestas. Las últimas estimaciones de los reguladores calculan una pérdida combinada de 750 millones de euros, dividida en 450 millones de euros para el estado italiano y 300 millones de euros para los operadores.

Los nervios están al límite, ya que durante el fin de semana, Italia registró 368 muertes más relacionadas con el Coronavirus, la mayor cantidad de muertes en un día desde el inicio del brote.

El gobierno de Conte ha adoptado medidas para apoyar a las empresas (incluidas las de los juegos), como una prórroga para los pagos de impuestos de 2020. Además, aseguró un paquete de apoyo económico de 25 mil millones de euros como un medio para salvaguardar a las empresas italianas.

A pesar del compromiso comercial de Conte, después de este período de trauma nacional imprevisto, las apuestas italianas contemplarán otro abismo, teniendo que determinar si queda un camino posible hacia la recuperación.