Martin Lycka: Hazlo, Jair

bolsonaro

Las elecciones se terminaron. También llegó el fin de dos rondas de batallas feroces y asperezas. Se declaró el ganador y se espera que asuma al poder el 1 de enero. El nuevo presidente se llama Lula, pero Bolsonaro y su legado se mantienen al alza. Como resultado, la sociedad brasileña permanece polarizada y con una necesidad imperiosa de unificación y sanación. Las barricadas que se levantaron en protesta ya se están levantando, pero las que se encuentran en mente, persisten.

Tal vez, si la Seleção gana su sexto Mundial a fines de este año, el pueblo brasileño puede llegar a olvidarse temporalmente de sus problemas. Sin embargo, no es un hecho, ya que ni siquiera la gloria futbolística podría llevar más “feijao” a la mesa.

Y, en medio de todo esto, la industria del juego está esperando con grandes expectativas cuáles serán los próximos pasos del próximo presidente. ¿Firmará o titubeará y procrastinará más? ¿Sigue preocupado por el poder de los evangélicos del Congreso, históricamente opuestos al pecado de las apuestas? ¿O han dejado de ser un problema a la luz de las respectivas derrotas electorales? ¿Y el proyecto de ley del casino que está siendo debatido por el Congreso? Son muchas las preguntas y todos esperamos tener respuestas en las próximas semanas o, a más tardar, en los próximos meses.

Para los que no están en tema, el dilema hamletiano de firmar o no firmar se relaciona a una regulación que tiene el poder de darle forma al panorama de las apuestas deportivas brasileñas durante muchos años. El presidente saliente, Bolsonaro, está siendo invitado a firmar un decreto que desencadenaría un proceso que daría lugar a la regulación del mercado de apuestas deportivas de Brasil.

Un mercado que, por su gran tamaño, tiene la chance de superar incluso al de Estados Unidos. El número de habitantes en Brasil es 215 millones. Jóvenes, mayores, niños, niñas, fans del Palmeiras, Flamengo, Corinthians, todos locos por el fútbol. Patear una pelota está profundamente arraigado en la esencia del país. El fútbol es una religión. Y el fútbol viene de la mano de las apuestas. Entonces, ¿cuál es el problema? Especialmente dado que las apuestas online ya existen desde hace un tiempo. Ya genera generosos fondos para los clubes de fútbol y más.

La hoja de ruta regulatoria también está lista. En los últimos días de la administración de Temer, el Congreso brasileño autorizó al Gobierno a regular las apuestas deportivas. Al Gobierno le han dado cuatro años para lograrlo, que alguna vez pareció mucho tiempo para hacerlo. Sin embargo, el país priorizó otras cosas, como la pandemia y sus consecuencias, y la regulación sigue pendiente. El período de autorización de cuatro años finaliza en 12 de diciembre de 2022. El tiempo corre y ahora es el momento de actuar.

La industria ha dejado en claro que está interesada en ingresar al mercado a ser regulado y obtener licencias tan pronto como sea posible. La apertura daría como resultado una recaudación de impuestos adicional, nuevos puestos de trabajo, así como muchas nuevas oportunidades de patrocinio y mercadeo. También permitiría separar a los operadores legales de los que prefieren seguir en las sombras en el mercado negro. Podría decirse que es un movimiento político inteligente y, sobre todo, una elección práctica.

Para abordar el tema polémico, con el debido respeto a los evangélicos, las apuestas deportivas son altamente aceptadas en toda la sociedad y no son un pecado. El estigma que alguna vez se le atribuyó se está disipando mediante dos procesos simultáneos: 1) la obsesión de los brasileños de mirar los deportes con un condimento extra y 2) los esfuerzos por parte de la industria para educar y proteger a sus clientes. Y estaremos listos para mejorar aún más nuestro juego si 2023 resulta ser el Año de la Regulación Brasileña. Tal como lo hemos hecho antes en Ontario, Estados Unidos, Colombia y en todos los países europeos.

Con eso en mente, parafraseando palabras inmortales de otro clásico más, en este caso Ronald Reagan, alguien con quien seguramente se puede relacionar: Sr. Bolsonaro, firme el decreto. Sr. Bolsonaro, deje que lleguen las apuestas deportivas con licencia. Y, mientras lo hace, hable bien de nosotros en el Congreso para que también se regule el casino online. Muchas gracias. Muito obrigado, cara.