Los casinos en Nevada generaron ingresos por 566,8 millones de dólares durante su primer mes de reapertura, cifra que representa un descenso del 45,6 por ciento respecto a 2019. En tanto, las casas de apuestas registraron su primera pérdida mensual en casi siete años.
Los establecimientos de juego en Nevada reabrieron sus puertas el pasado 4 de junio, tras el cierre que se decretó a mediados de marzo por la pandemia de coronavirus. Los ingresos de junio cayeron un 8,3 por ciento en comparación con marzo.
Las cantidades jugadas en junio disminuyeron un 31,4 por ciento interanual a 8,20 mil millones, según datos publicados por la Junta de Control De Juego de Nevada.
Del total de ingresos, 394,1 millones correspondieron a máquinas tragamonedas, un 28,1 por ciento menos que en 2019. Las cantidades jugadas en slots se desplomaron un 24,1 por ciento a 7,04 mil millones.
Por su parte, los juegos de mesa y las apuestas deportivas reportaron ingresos por 172,7 millones (-57,3 por ciento) sobre un total jugado de 1,16 mil millones (-52.2 por ciento). Como parte de los protocolos de apertura, Nevada estableció un tope a la cantidad de jugadores por mesa. Bajo la nueva normalidad, solo estarán permitidos tres jugadores por mesa de blackjack, seis por mesa de dados, cuatro por mesa de ruleta y cuatro por mesa de póker.
En tanto, las cantidades jugadas en casas de apuestas bajaron un 75,9 por ciento a 77,9 millones, y la pérdida -la primera desde julio de 2013- fue de 483.000 dólares. Del total de 77,9 millones, 61,7 se apostaron online y los restantes 16,2 millones, de forma presencial.
