El subsecretario de Turismo uruguayo, Remo Monzeglio, reiteró que el llamado a licitación para el Hotel Casino Carmelo se realizará en las próximas semanas.
La propuesta aún atraviesa una etapa de análisis, pero ya ha recibido numerosas manifestaciones de interés privado por desarrollar el emprendimiento.
Distinto es el caso de los proyectos hoteleros en Rocha y Paysandú, cuyas licitaciones avanzaron y acabaron desiertas por falta de ofertas.
En cuanto al Hotel Casino Carmelo, los escollos parecen haber sido sorteados en su mayoría: por un lado, la cercanía con la Reserva de Fauna, que hacía incompatible su desarrollo, se resolvería trasladando la Reserva, mientras que la deuda que tenían los antiguos concesionarios con la Intendencia de Colonia fue condonada para que no demore el trámite.
El único de los reclamos que podría quedar abierto es el del valor sentimental que plantearon algunos vecinos locales sobre el edificio. Ante eso, las bases de la licitación contemplan la preservación de la fachada, aunque no en forma vinculante.
Rocha y Paysandú, el destino que no quiere Uruguay para el Hotel Casino Carmelo
Si bien las autoridades esperaban grandes cosas para ambas iniciativas, los proyectos de desarrollo de un casino en Rocha y Paysandú no prosperaron. A diferencia del Hotel Casino Carmelo, los llamados a licitación ya habían sido lanzados, pero el gobierno decidió declarar desiertos a ambos por falta de interés.
En el caso de Rocha, se trataba de una propuesta para un predio ubicado entre las localidades de La Paloma y La Aguada, a unos 100 kilómetros de Punta del Este.
El operador abonaría un canon del 7,2 por ciento de los ingresos brutos durante los primeros siete años. A partir del octavo, hubiera aumentado a 7,97 por ciento y debería pagar, también, una cuota anual de 1,8 millones de dólares el primer año, que se incrementaría otros 100 mil dólares hasta el séptimo año.
En cuanto al hotel de lujo con sala de juegos en Paysandú, la concesión hubiera sido por 20 años. La propuesta tenía una inversión mínima de 20 millones de dólares, y el hotel debía tener un mínimo de 80 habitaciones, sala de convenciones y oferta comercial y gastronómica.
Las condiciones parecen no haber generado suficiente interés en el sector privado, por lo que el gobierno no solo deberá rever estos procesos, sino intentar aprender de ellos para no repetirlo en el Hotel Casino Carmelo.
