La Lotería Nacional de República Dominicana rompe su relación contractual con Fenabanca

En un comunicado firmado por el nuevo administrador de la Lotería Nacional de República Dominicana, Teófilo Tabar, se ha informado que la entidad ha dado por terminada la relación contractual con la Federación Nacional de Bancas de Lotería (Fenabanca), por lo que en un plazo de 30 días se suspenderá la transmisión y los sorteos diarios relacionados a este acuerdo.

Tabar le recomendó al presidente de Fenabanca Rubén Jiménez que consulte con el Ministerio de Hacienda sobre cómo llevar a cabo los sorteos a partir de la finalización del contrato con la Lotería.

“La Lotería Nacional solo realizará los sorteos de su propiedad en el tiempo y forma que establezca”, propuso Tabar en el comunicado, que también se destinó al ministro de Hacienda José Manuel Vicente y al presidente dominicano Luis Abinader.

En una entrevista con Diario Libre, el administrador de la Lotería aseguró que los contratos con Fenabanca se realizaron “sin contar con el aval del Poder Ejecutivo”, por lo que “no hay poder especial, no hay decreto, son decisiones del administrador con un sector”. Así, remarcó que entiende que carece de nulidad, “por eso desconozco estos contratos”.

Por otro lado, reveló que el costo de los sorteos diarios llega a los 24 millones de pesos mensuales y que no contempla dar marcha atrás con su decisión. “O se quitan los sorteos o al otro día yo me voy para mi casa”, subrayó.

Por su parte, luego de recibir el comunicado, el titular de Fenabanca sostuvo que buscará acercarse al administrador de la Lotería para que revalúe su decisión. En caso de no llegar a un punto en común, afirmó que recurrirá a acciones legales para que cumplan con los contratos.

“La razón de ser de las bancas de lotería es la realización de los sorteos. Yo tengo un convenio comercial, te doy un producto y tú pagas a cambio por eso. Eso no es gratis, hay un contrato que lo establece. En una ocasión nos reunimos con el administración actual y él nos dijo que esa era una decisión que no emanaba ni del presidente ni del Ministerio de Hacienda, sino de lo que él entendía que debía ser”, sentenció.