Un proceso administrativo de Caixa traba la venta de Lotex en Brasil

El consorcio Estrela Instantânea, operador de Lotex (la nueva lotería instantánea —tarjetas rasca y gana— de Brasil), notificó al ministro de Economía Paulo Guedes que no continuará con el lanzamiento del juego en el país si no se llega a un pronto acuerdo con Caixa Econômica Federal, el banco público que administra los servicios de loterías en Brasil.

El grupo privado, conformado IGT y Scientific Games busca que las tarjetas de Lotex puedan ser vendidas desde las redes de loterías ya instaladas por Caixa en todos los estados brasileños. Sin embargo, el Consejo de Administración del banco ni siquiera ha pactado una fecha para debatir la posibilidad de incluir las ventas de Lotex en la red de 13 mil agencias oficiales.

Las empresas argumentan que, de esta forma, no sería necesario desarrollar una nueva red de puntos de venta alternativos en todo el país, como informó el medio local iGaming Brazil. En caso de que no haya una resolución pronta, Estrela Instantânea abandonaría su futuro negocio, que se estima que generaría 15 mil millones de reales (2.700 millones de dólares), mientras que el Gobierno recaudaría un 16.7 por ciento de los ingresos brutos.

Por su parte, Caixa también se vería beneficiado económicamente por la venta de Lotex en sus agencias, aunque aseguran que no avanzan con la solicitud desde que la Contraloría General de la Unión sentenció que el banco no contaba con el “respaldo legal necesario”.

Concesión de Lotex

En octubre de 2019, el consorcio Estrela Instantánea ganó la concesión para operar por 15 años la Lotería Instantánea Exclusiva (Lotex), actualmente gestionado por el banco estatal Caixa Económica Federal, tras comprometerse a pagar 818 millones de reales (unos 202 millones de dólares) por la licencia. Según los términos del contrato, el consorcio pagará el 17 por ciento de sus ingresos anuales al Estado brasileño.

La venta de Lotex fue incluida en el plan de privatizaciones en 2016 por el gobierno del entonces presidente Michel Temer, pero el proceso se arrastró tres años por la falta de interesados debido a las exigentes reglas iniciales.

Pese al avance inicial hace un año, todavía no se han concretado los siguientes pasos para lanzar al mercado brasileño el nuevo juego, que genera grandes expectativas entre el público, al ser una de las pocas modalidades en las que se puede apostar.