Uruguay y Brasil podrían plantear modelos de colaboración en casinos

La legalización de los casinos en Brasil parecía estar cerca de concretarse antes de la crisis global por la pandemia del COVID-19. Si bien el escenario actual de emergencia sanitaria deja poco espacio para avanzar en materia regulatoria, Uruguay debe prepararse para una industria brasileña de casinos resorts, que ya ha sido apoyada por el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, y el vicepresidente de la república, Hamilton Mourão.

Es tal la importancia de los jugadores brasileños en los casinos uruguayos, que el propio Enjoy de Punta del Este tiene una oficina en São Paulo, desde donde salen charters regulares hacia el casino turístico. Esto quiere decir que los casinos uruguayos perderían un porcentaje importante de su público, si Brasil decidiera instalar sus propios salones de juego legales.

“No debemos estar ajenos a los movimientos que se están dando en nuestros países vecinos, fundamentalmente en lo que refiere a la legalización del juego en Brasil. Deberíamos analizar el impacto que implica para nosotros y generar políticas para retener a aquellos jugadores que provienen principalmente de allí y que hacen uso de nuestros establecimientos de juegos”, dijo a SBC Noticias Luis Gama, ex titular de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas de Uruguay (DNLQ)

A fines de 2019, se presentaron varios proyectos de ley para regular los casinos resorts en zonas turísticas de Brasil. Uno de ellos fue el PL 5783 del diputado Afonso Motta, quien argumentó que la “mitad de los jugadores de los casinos uruguayos son brasileños”. Es decir, el juego sucede y es una realidad innegable, pero el Estado brasileño no percibe los beneficios económicos, como sí lo hace el país vecino.

Para Gama, la nueva administración debe plantear “una política de complemento y no de competencia”. En este sentido, el experto destacó la importancia de desarrollar un trabajo colaborativo con el Gobierno brasileño para contrarrestar las consecuencias directas por la pérdida de jugadores, sobre todo los VIP.

“El nuevo escenario exigirá mucho esfuerzo para no provocar un decaimiento de la actividad en aquellos lugares fronterizos y turísticos en donde la participación del jugador proveniente del exterior es clave para sostener el negocio”, explicó. 

Si se tiene en cuenta que la industria del turismo será una de las más golpeadas por el coronavirus a nivel mundial, ninguna oportunidad de incentivo debería ser pasada por alto por los representantes. De esta forma, siguiendo la línea de Gama, Latinoamérica podrá reunir esfuerzos para levantar sus débiles economías una vez que se comiencen con las políticas de reactivación.

Mientras tanto, Brasil se enfrenta a incertidumbres más grandes, ya que la errática actuación del presidente Jair Bolsonaro ante la pandemia podría derivar en un cambio de autoridades. Bolsonaro ha perdido una cantidad relevante de apoyo tras negar la gravedad del coronavirus y, en consecuencia, trata de mantenerse cerca de los evangélicos —su principal grupo aliado— al rechazar cualquier proyecto de legalización del juego. Sin embargo, en Brasil se habla de una posible destitución. 

Por su parte, Uruguay se concentra en los logros alcanzados en el ámbito online, basados en las políticas establecidas durante el mandato de Gama en la DNLQ. En cuanto a los casinos físicos, el primer paso hacia una posición más competitiva fue conseguir la media sanción parlamentaria en el proyecto de ley del Poder Ejecutivo para habilitar el funcionamiento de casinos en buques cruceros que arriben a Punta del Este o Montevideo.

Los logros del juego uruguayo ayudarán a afrontar los desafíos futuros

El cierre de los casinos por el coronavirus y la posible competencia con Brasil refuerza la importancia del desarrollo integral de políticas de protección a la industria del juego en Uruguay. 

Bajo el mandato de más de ocho años de Gama al frente de la DNLQ, se ha implementado el “marco regulatorio que requería la actividad”, según apuntó. 

En marzo de este año, Lacalle Pou asumió como presidente de Uruguay y puso fin a 15 años de mandato del Frente Amplio. La renovación de autoridades en todas las áreas, también en la DNLQ, genera expectativas por el radical cambio de propuestas en el país.

Sobre el nuevo director de la DNLQ, Ricardo Berois, Gama opinó: “Desconozco el plan de acción que llevará adelante la actual administración, pero entiendo que debería estar en línea con el desarrollado en los últimos años”. En este sentido, las principales áreas de trabajo serían el avance tecnológico, las herramientas de lucha contra el juego ilegal y, “de ser necesario, las nuevas políticas referidas al juego responsable incorporadas en conjunto con los actores privados”. 

Gama planteó que la estrategia de la industria debe velar por “dos aspectos muy importantes: el combate al juego ilegal en todas sus formas y la defensa de aquellos juegos que tienen las autorizaciones otorgadas por el Estado”. Durante su gestión, 1.400 sitios web de juegos de azar sin licencia en Uruguay fueron bloqueados.

Además, en el ámbito del juego online, se prohibieron “la publicidad, el patrocinio y la promoción bajo cualquier forma” para empresas de juegos y apuestas que no posean permisos oficiales del gobierno. Como informó Gama, “los emisores de medios de pago electrónicos regulados por el Banco Central del Uruguay no podrán autorizar transacciones” que provengan de estos sitios.

El marco normativo referido también brinda recursos no solo para desarrollar estas políticas, sino para sancionar a aquellas plataformas internacionales de juegos online que las incumplen. 

Según el ex director de la DNLQ, estas herramientas lograron establecer la “fortaleza institucional necesaria para afrontar los grandes desafíos” que se proyectan para todo el año. Hay que tener en cuenta que los logros obtenidos hasta el momento implicaron “el aumento de recursos para instituciones de salud pública y organizaciones deportivas”, dos sectores que se verán severamente afectados por el coronavirus.

Asimismo, el ex director considera que Uruguay debe actuar en concordancia con los avances legislativos de países vecinos en materia de juego online, para mantener su atractivo tanto a nivel local como regional.

“El reposicionamiento logrado ha hecho posible tener una participación muy activa a nivel internacional, tanto en eventos desarrollados dentro de la región como fuera de ella”, dijo. Y aseguró que es necesario basarse en esos logros para ampliar las estrategias futuras. 

A fines del año pasado, la Dirección General de Casinos (DGC) publicó un informe sobre el periodo 2009-18; según los datos, el juego aportó al Estado 642 millones de dólares. Asimismo, los operadores invirtieron 82 millones de dólares en tecnología y equipamiento para sus ofertas, lo que derivó en una rentabilidad del 30 por ciento del sector. 

El mismo éxito, apuntó Gama, es el que se debe replicar en el ámbito del juego online, especialmente en estos tiempos donde será fundamental buscar salidas a la crisis.