La ministra de Deportes de Brasil genera dudas sobre la posible reglamentación de las apuestas deportivas

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Demostrando un desconocimiento sobre la regulación de las apuestas deportivas en Brasil, que aún aguarda por su reglamentación en el mercado más esperado a nivel mundial, la nueva ministra de Deportes, Ana Moser aseguró que “a mí, en particular, me resulta difícil dar una posición al respecto”.

Si bien reconoció que su cartera está al tanto de los debates sobre la regulación del juego en general en el país, además del reglamento particular para las apuestas deportivas —que se espera desde 2018, cuando el ex presidente Michel Temer (perteneciente al mismo bloque partidario que el actual gobierno del Partido de los Trabajadores) aprobó la regulación—, no ha confirmado una actitud proactiva para llevar a cabo este proyecto.

En una entrevista con Folha de S.Paulo, de todas formas, Moser remarcó que en estos primeros días de gobierno, se establecerán líneas de conversación con otros ministerios para redactar propuestas de ley, además de revisar los cientos de contratos en ejecución. 

“Son programas que vamos a diseñar más adelante, como la Ley General del Deporte, el Plan Nacional del Deporte y el Sistema Nacional del Deporte. En febrero haremos nuestra planificación general”, informó, mientras que no abrió la posibilidad de que también se debata en el organismo la regulación de las apuestas deportivas.

Más allá de esta última conversación, el gobierno del nuevo presidente Lula Da Silva ha mostrado un interés más certero en regular la industria del juego, con especial énfasis de darle vigencia al marco normativo de las apuestas deportivas.

Días atrás, Edinho Silva, que fue uno de los candidatos para asumir como ministro de Deportes este mes, argumentó que los ingresos recaudados por las plataformas de apuestas pueden ser “dirigidos a áreas de interés para la sociedad, como la educación”.

El exministro de Comunicaciones —que estuvo en el cargo entre 2015 y 2016— y actual alcalde de Araraquara compartió que, según un estudio de Barclays Plc, se estima que durante la Copa del Mundo de la FIFA de 2022, realizada en Catar, se apostaron en Brasil 35 mil millones de dólares, “monto que representa un aumento del 65 por ciento en relación a la edición anterior”.

“¿Cómo estamos hablando de que hay niños fuera de la escuela mientras, tal vez, tenemos hoy la mayor avalancha de apuestas que Brasil haya experimentado nunca, sin ningún tipo de impuesto?”, cuestionó Silva.

Y agregó: “El Estado podría contar con ese dinero para la educación y para la infraestructura educativa. No es solo para pagarle al maestro. Es para mejorar el almuerzo, la infraestructura, el funcionamiento. De nada sirve que el 4G llegue a los colegios públicos si no tienen equipamiento”.