La Confederación Brasileña de Fútbol hace un pedido formal para obtener un mayor porcentaje de las apuestas deportivas

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La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha presentado un pedido formal ante el Ministerio de Hacienda para garantizar obtener un 4 por ciento de los ingresos brutos del sector de las apuestas.

De acuerdo a la CBF, esta demanda ha sido presentada a pedido del Ministerio, luego del interés de la confederación en poder obtener beneficios de la industria que está cerca a ser regulada.

Según Globo, Alcino Rocha, secretario general de la CBF, fue quien presentó el pedido al Ministerio mediante la Secretaría de Reformas Económicas.

A pesar de que podría ser tomado como un primer paso para unificar los porcentajes y las posiciones de todas las partes involucradas, el medio local reportó que ni el Ministerio ni los reguladores vieron esta iniciativa con buenos ojos.

Ante este malestar, la CBF estaría intentando concretar una reunión directamente con Fernando Haddad, ministro de Economía, y con el presidente Lula Da Silva, quien se espera que firme la regulación una vez que regrese del viaje que ha tenido que posponer a fines de marzo a China.

Además, en testimonio a Globo, la CBF aclaró “que aún no se pronunciará sobre el tema” y que “el documento en cuestión, que fue enviado a pedido del Ministerio de Hacienda, aún es preliminar”.

“Es un tema complejo y sin precedentes. Por eso, será algo que deberá ser discutido por todas las partes”, agregó.

La distribución de los fondos de las apuestas deportivas en Brasil

Cabe destacar que la Ley 13.756/18, que legalizó las apuestas en Brasil en 2018, dispone que los equipos que permitan que se realicen apuestas sobre sus eventos deportivos tendrán derecho a un 1,63 por ciento de los ingresos netos. Sin embargo, lo que la CBF busca es que se aumente este porcentaje a un 4 por ciento y que se deduzca de los ingresos brutos.

Este aumento potencialmente cambiaría el porcentaje que se destinaría a los operadores de apuestas deportivas que, ante la ley actual, sería del 95 por ciento —el mayor entre las cuatro divisiones— de las ganancias netas restantes luego de las deducciones del pago de premios, la cuota de seguridad social y el Impuesto sobre la Renta que grava los premios.

Con la baja de este porcentaje, los operadores podrían incurrir en pérdidas.

La CBF también estaría interesada en que ese dinero obtenido se considere como una remuneración por prestar las marcas a las casas de apuestas deportivas en Brasil ya que, de esta forma, no estaría sujeto a la inspección de las entidades públicas.

Asimismo, la CBF aboga por la creación de un registro de operadores de casas de apuestas deportivas, aunque el control no sería de una entidad relacionada a la industria, sino de la confederación misma.

De esta forma, podría supervisar de cerca los derechos comerciales y controlar las transferencias, al igual que le permitiría tener un papel más central a la hora de monitorear las apuestas y prevenir el amaño de partidos.

A pesar de haberse reunido con los clubes de fútbol, pareciera que no hay un consenso entre la CBF y los clubes en cuanto a la distribución y la participación de todas las partes en las negociaciones.

Por su parte, la CBF busca quedarse con un 20 por ciento de lo recaudado por las apuestas, mientras que el 80 por ciento restante se repartiría entre los clubes.

Ayer (martes 4), un grupo de distintos clubes de Río de Janeiro y San Pablo emitieron un comunicado en conjunto en el que expresaron su preocupación sobre las nuevas reglas alrededor de las apuestas deportivas en Brasil.

“Sorprende a los grandes clubes del eje Río de Janeiro-San Pablo que la propuesta de reglamento se dé sin que los Clubes hayan sido consultados ni se les haya dado la oportunidad de sugerir mejoras y adecuaciones a la Ley N°13.756/2018, y sin la debida discusión”, dice el documento.

Según ellos, es “fundamental” que los clubes participen directamente en los debates legislativos, algo que actualmente no se da ya que la CBF busca intervenir en representación de ellos.

Una de las principales razones es el hecho de que se estarían contemplando restricciones a los patrocinios deportivos de casas de apuestas con sedes en el exterior y sin licencia, lo cual potencialmente afectaría a varios equipos de la Serie A y Serie B de Brasil.

De esta forma, Flamengo, Fluminense, Botafogo, Santos, São Paulo, Palmeiras, Corinthians y Vasco da Gama argumentaron que hay temas esenciales a discutir, tales como “el cuidado del tema fiscal, para evitar el riesgo de colapso de la actividad, que sería un gran perjuicio para todos”.