Brasil: La Cámara de Diputados aprueba la regulación del juego en una votación histórica

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El jueves 24 de febrero de 2022 quedará en la historia como el día en que finalmente Brasil logró aprobar una regulación del juego. En las horas finales de la discusión del día, y a pocos minutos de haber comenzado el día jueves, la Cámara de Diputados llevó el Proyecto de Ley 442/91 a votación. Con 246 votos a favor, 202 en contra y 2 abstenciones, el país más grande de Latinoamérica ha dado un paso enorme en favor del juego y enviará la propuesta al Senado.

Arthur Lira, presidente de la Cámara, afirmó momentos antes de la votación que la legalización de los juegos de azar es un “tema polémico” que igualmente debía ser tratado. Los diputados en favor a la regulación dejaron en claro en todo momento que el juego en Brasil ya existe, y que estos proyectos solamente ponen en lugar las provisiones necesarias para que el Estado se beneficie y pueda establecer medidas de protección para los jugadores.

“El objetivo es prevenir y proteger a los jugadores”, dijo Felipe Carreras, relator del proyecto. Y agregó: “La regulación permitirá aumentar la recaudación de impuestos mediante la explotación de juegos y apuestas, y asegurará mayores recursos para la implementación y desarrollo de políticas públicas sociales de los estados y municipios, lo que refuerza nuestro federalismo fiscal”.

A pesar de la intención del presidente Jair Bolsonaro para evitar que se apruebe la regulación del juego, y del diputado Sóstenes Cavalcante para retirar el proyecto —cuyo intento finalizó con 243 votos en contra—, la reñida votación culminó en un voto positivo para la industria, que viene luchando hace más de 30 años por su legalidad.

Para facilitar el camino a la aprobación, Carreras aceptó la creación de un ente regulador que responda al Ministerio de Economía, encargado de autorizar y licenciar las actividades de juego.

Reglas generales

De acuerdo a las modificaciones realizadas, las licencias de los casinos se otorgarán mediante un proceso en el cual se elegirán las mayores inversiones, mientras que se prohibirá que un mismo grupo económico obtenga más de un establecimiento por entidad federativa. El grupo tampoco podrá obtener más de cinco licencias en el país.

Por otro lado, habrá un límite de una licencia por estado con hasta 15 millones de habitantes, dos licencias para estados con 15 a 25 millones de habitantes y tres licencias para aquellos con más de 25 millones, aunque Pará y Amazonas tendrán otras excepciones.

La propuesta de Carreras también prevé la creación de un software de gestión llamado “Sistema de Auditoría y Control” (SAC), para que el Ministerio de Economía pueda monitorear las apuestas y el pago de premios. Este software debe contar con un sistema cashless para evitar la utilización de monedas o billetes en máquinas y mesas de juego. Asimismo, los jugadores deberán estar identificados con un documento nacional en Brasil para residentes y un pasaporte para extranjeros.

Carreras cree que la legalización podría dar lugar a que el país recaude 20 mil millones de reales de forma anual en impuestos, generar 200 mil puestos de trabajo y formalizar otros 450 mil.

Por otro lado, la Tasa de Inspección de Juegos de Azar (Tafija) será de 600.000 reales por dominio licenciado cada trimestre para los casinos, mientras que para los operadores autorizados de juego online será de 300 mil y para los de bingo y jogo do bicho, 20 mil.

El proyecto dispone una CIDE-Juegos del 17 por ciento para todas las modalidades, eximiendo a los operadores de juegos y apuestas de la carga de los impuestos ya vigentes (ISS, PIS/PASEP y Cofins, IRPJ y CSLL).

El texto describe que, de los recursos obtenidos, un 16 por ciento se destinará al Fondo de Participaciones del Estado (FPE), un 16 por ciento al Fondo de Participación Municipal (FPM), un 12 por ciento a Embratur y un 10 por ciento a la financiación para programas deportivos.

Asimismo, también se destinará un 6 por ciento para la seguridad pública, un 5 por ciento para acciones para prevenir desastres naturales, un 5 por ciento para reconstruir zonas afectadas por desastres naturales, un 4 por ciento para la salud pública, un 4 por ciento para programas relacionados con el juego, un 4 por ciento para el Fondo Nacional de la Niñez y Adolescencia, un 4 por ciento para financiar programas en defensa de los animales y un 4 por ciento para el Fondo de Financiamiento Estudiantil.

Por último, la tasa del Impuesto sobre la Renta de las personas físicas que obtengan premios será del 20 por ciento sobre las ganancias netas, es decir, sobre el premio descontado de la cantidad pagada por apostar o jugar. Para simplificar el sistema, este gravamen prevé que el impuesto será retenido por la entidad operadora y habrá exención si el valor de la ganancia neta es hasta 10 mil reales.