Luego de una notoria pausa en la tramitación de la regulación del juego online y las apuestas deportivas en Chile, el Ministerio de Hacienda hizo públicas ayer algunas disposiciones añadidas al proyecto de ley, que incluyen un nuevo régimen impositivo. El proyecto podrá ser votado a partir de la próxima semana, de acuerdo a lo establecido ayer (martes 13).
Por el momento, el proyecto se encuentra en etapa de debate en la Comisión de Economía de la Cámara Diputados, que recibió ayer las indicaciones por parte del gobierno para avanzar en la materia. En primer lugar, se crearía una mesa técnica para abordar estas indicaciones, que son 84 páginas enfocadas, especialmente, en la generación de impuestos.
En principio, las plataformas de juego online y apuestas deportivas deberán funcionar bajo el dominio .cl y cumplir con estándares técnicos de seguridad y transparencia internacionales. Tanto el proceso de licitación como todo el monitoreo y fiscalización posterior quedarán a cargo de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), que impartirá estrictas normas de juego responsable, prohibición de menores y autoexcluidos, y revisará los antecedentes comerciales, tributarios, administrativos, civiles, penales y más de los integrantes de las sociedades operadoras, sus empresas relacionadas y sus beneficiarios finales.
Requisitos impositivos del nuevo proyecto de Chile
Según trascendió en varios medios chilenos, el punto más relevante será un cambio en los impuestos, que añadirá un gravamen para los operadores denominado “tasa de aporte al juego responsable”. Así, se cobrará un equivalente al 1 por ciento de los ingresos brutos anuales con el fin de reinvertirlo en políticas de juego responsable, prevención de juego problemático, entre otras cosas.
“De acuerdo a las indicaciones, el impuesto establecido en este artículo corresponderá a la diferencia positiva entre el 1 por incito de sus ingresos brutos anuales y la suma de los desembolsos efectuados por la sociedad operadora, dentro del ejercicio correspondiente, que califiquen como vinculados a acciones destinadas a la promoción del juego responsable en los términos que defina la Política Nacional de Apuestas Responsables. Cualquier diferencia a favor del contribuyente no será deducible, no podrá imputarse a ejercicios posteriores ni sujeta a devolución bajo ningún aspecto”, explica el documento.
No solo los operadores se enfrentarán, bajo este marco regulatorio, a cargas impositivas, sino también los usuarios, que deberán pagar un gravamen por las ganancias, con un impuesto de 0,07 de UTM. Además, para las empresas se fijará un gravamen anual, de 1.000 UTM por cada licencia general de operación de “Plataformas de Apuestas en Línea”.
Estas nuevas disposiciones se suman ya a lo propuesto en el texto original, que establecía un impuesto específico, sustitutivo del IVA, de un 20 por ciento de sus ingresos brutos; un pago por licencia de 1.000 UTM al año para los que tengan una licencia general y 100 UTM para los que tengan una licencia temporal.
A partir de las indicaciones de ayer, también se sumará la aplicación del IVA. En adición, las Plataformas de Apuestas en Línea (PAL) que ofrecieran apuestas sobre deportes debían sumar un 2 por ciento de sus ingresos brutos anuales, que serían derivados a la Federación Nacional del Deporte.
De esta forma, con los cambios impositivos, el gobierno chileno prevé recaudar 89 mil millones de pesos, en lugar de 47 mil millones, como se establecía en el documento original.
“Nos parecía importante trabajar indicaciones para mejorar el diseño de la regulación de esta actividad, con el fin de restringir efectivamente la operación de plataformas ilegales de apuestas a las que se puede acceder desde Chile, las que operan sin pagar tributos y sin una política de juego responsable y protección de niños, niñas y adolescentes, entre otras externalidades negativas”, dijo la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, en la presentación de ayer.
Dentro de las propuestas, también se aclaró que las empresas interesadas en obtener una licencia deben “constituir y funcionar con un máximo de 10 accionistas, justificar el origen y suficiencia de los fondos y contar con un capital mínimo de UTM 2.000, además de los requisitos técnicos para la operación que establezca la Superintendencia”.
Por otro lado, se prohibirán las apuestas sin saldo a favor y “en caso de otorgarse bonos de entrada o promocionales, estos no podrán sujetarse a restricciones y serán lo primero que se imputará al momento de apostar”. Asimismo, las autoridades chilenas indicarán cuáles son los medios de pago que estarán autorizados a funcionar en todas las plataformas con licencia.
