Cipriani obtiene el permiso de Maldonado para su hotel casino y podrá construir la torre más alta de Latinoamérica

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Luego de anunciar el retiro de su principal inversor por la demora en autorizaciones para comenzar a construir el proyecto, el Grupo Cipriani ha obtenido la aprobación de la Junta Departamental de Maldonado para una torre de 320 metros.

Con 22 votos a favor, entre 31 ediles que han debatido y votado en la noche del martes, el Cipriani Ocean Resort, Club Residences & Casino Punta del Este logra avanzar, especialmente con el apoyo de 21 representantes del Partido Nacional y 1 voto por parte del Partido Colorado.

En caso de llevar adelante el proyecto, la torre se convertiría en el edificio más alto de todo Latinoamérica, impulsando la intención de convocar a más turismo en Punta del Este, donde estaba ubicado el ex hotel San Rafael, demolido en 2019.

Desde ese entonces, la empresa italiana viene avanzando con su proyecto de construcción de un mega complejo turístico con hotel y casino, pero diversas trabas han demorado el proyecto. La última preocupación es la retirada del magnate egipcio Naguib Sawiris, que se había comprometido como principal inversor de Cipriani en Uruguay.

De acuerdo con el presidente del grupo, Guiseppe Cipriani, el empresario ha decidido abandonar su inversión por las demoras que está sufriendo el proyecto, altamente criticado por la oposición, aunque con gran apoyo del intendente Enrique Antía. Ahora se espera que la nueva aprobación vuelva a impulsar el proyecto, que había quedado en riesgo luego de que se retirara el inversor.

Detalles de la torre Cipriani en Maldonado

La ciudad turística de Punta del Este, ubicada en el departamento uruguayo de Maldonado, contaría ahora con una torre de 320 metros de altura, convirtiéndose en la más grande de todo Latinoamérica.

El Cipriani Ocean Resort, Club Residences & Casino Punta del Este de 80 habitaciones y 268 plazas de estacionamiento sumará un casino, para el cual Cipriani ya obtuvo licencia y se espera que también pueda aplicarse en el ámbito online, y varias torres residenciales en el fondo, junto con 416 cocheras.

Además, construirán un gimnasio, spa, peluquería, centro de salud, sala de juegos, piscina exterior y cancha de tenis, entre más establecimientos. La demora de la construcción se calcula en 59 meses, de acuerdo a un documento al que pudo acceder El País.

“Los inversores, liderados por el empresario italiano Giuseppe Cipriani, se comprometieron a terminar el hotel a los 33 meses de iniciado el plan de obra. Un mes después estará instalado el casino y al mes siguiente, la primera torre”, detallaron.

Con la aprobación de ayer a la madrugada (miércoles 14), la empresa tendrá un plazo de 180 días para iniciar las obras, mientras que a comienzos de mes Cipriani ya había asegurado que estaba “todo listo” para encarar el proyecto ni bien obtuvieran el permiso.

Cipriani, juego online y apuestas deportivas

Una de las condiciones del Grupo Cipriani para llevar a cabo la inversión en Punta del Este es obtener una licencia de juego online, que pretenden que alcance también al mercado de apuestas deportivas, por ahora no contemplado en el debate legislativo sobre la regulación.

Cabe destacar que el Congreso uruguayo avanzó con la regulación del juego online en el país, pero estableció un requisito que podría dejar afuera, temporalmente, al Grupo Cipriani de su explotación. El senador Jorge Gandini explicó que “no se podrá iniciar la modalidad ‘online’ hasta que se verifique la inversión aprobada e inicie la explotación del juego presencial”.

Además, la regulación de juego online debatida actualmente en Uruguay solo contempla los juegos de casino, excluyendo a las apuestas deportivas, algo que el grupo considera una falla.

Así, el representante de la compañía, Pablo Monsuárez, reclamó ante el Parlamento uruguayo la inclusión de las apuestas deportivas en el proyecto de regulación de las licencias digitales. Según dijo, “la ausencia de las apuestas deportivas cercena la licencia de juego online como una totalidad”. Además, comparó el modelo propuesto con una gasolinera que vende combustible, pero no querosén ni gasoil” y reclamó: “Cuando uno entra, el servicio debe ser completo”.