Oportunidad perdida: el patrocinio de las casas de apuestas latinoamericanas en la Copa del Mundo Femenina

Copa del Mundo Femenina

La Copa del Mundo Femenina se disputó desde mediados de julio a mitad de agosto en Australia y Nueva Zelanda. Según Gianni Infantino, presidente de la FIFA, esta Copa rompió todos los récords en cuanto a patrocinios. De hecho, pocos días después de comenzar, agotó todos sus paquetes de patrocinio.

Con nueve patrocinadores globales y 14 específicos del torneo, con gigantes como Coca-Cola, Visa y Adidas, la competencia se convirtió en el “torneo deportivo femenino independiente más grande de la historia”.

Si bien hubo acuerdos y promociones aquí y allá, hay un claro sector que se perdió la oportunidad de quedar en la historia: las casas de apuestas.

Atadas al deporte, y en muchos casos consideradas como el motor de la economía de ciertos clubes, las casas de apuestas a nivel global, y específicamente en Latinoamérica, desaprovecharon la chance de aumentar su alcance a un público y un segmento casi no explorado.

Recién en junio, la Copa del Mundo Femenina sumó a su primer socio de apuestas, el operador neozelandés TAB. Luego, mediante distintas asociaciones y soporte local, el torneo siguió sumando apoyo de distintos operadores.

De hecho, en Sudamérica, solo se puede destacar a EstrelaBet, que firmó un acuerdo regional para patrocinar al torneo en Brasil.

Sin embargo, llama la atención la poca cantidad de operadores latinoamericanos que decidieron invertir en el torneo y, además, sacar provecho de la competencia.

De acuerdo a un informe de la FIFA, publicado luego de la edición de la Copa de 2019, el torneo tuvo un alcance total de audiencia de 1.12 mil millones a través de todas las plataformas. Distintos estudios indican que el porcentaje de mujeres que visualiza la Copa Femenina incrementa significativamente en comparación a la Copa Masculina. Entonces, ¿por qué las casas de apuestas latinoamericanas, un territorio donde cuenta con pasión por el deporte, no se enfocan en captar a este publico tan poco atendido?

¿Existe una mejor oportunidad para atraer a las mujeres que durante la Copa del Mundo Femenina? La respuesta es simple, no. No hay un mayor evento deportivo femenino que la Copa del Mundo Femenina.

En tal caso, quizás se puede considerar a los Juegos Olímpicos, pero aún así se trata de una competencia mucho más difícil para apostar, ya que las reglas son distintas y, además, compite con otras disciplinas para llevarse la atención del público, —además de que transcurre al mismo tiempo que el torneo masculino—.

Quizás vale la pena cuestionarse si la ubicación del torneo influye en la decisión de las casas de apuesta a la hora de elegir patrocinios. El hecho de que los partidos transcurran a la madrugada de la mayoría de los países latinoamericanos probablemente no contribuye en esta elección. Aunque, en ese caso, se podrían patrocinar las transmisiones o retransmisiones, tal como lo ha hecho EstrelaBet en el popular canal brasileño CazéTV.

La periodista brasileña Fernanda Gentil, al momento de anunciar esta asociación, definió al operador como uno que “realmente entiende la importancia y el deber de abrazar la causa y darle visibilidad a la Copa del Mundo Femenina”.

Más allá de distintos acuerdos para adquirir embajadoras de marca, principalmente en Brasil y con jugadoras de la Selección Nacional, no se han visto campañas masivas por parte de los operadores.

De 32 equipos, siete pertenecían a países latinoamericanos de Conmebol y Concacaf. De los siete, dos llegaron a octavos de final, aunque sorprendentemente no el más popular: Brasil.

En la edición de 2019, estos dos países —Brasil y Jamaica— se enfrentaron en el Grupo C y quedaron en el ranking del octavo partido más visualizado, con 30.4 millones de personas. Brasil, por su parte, también ocupó el puesto dos, cuatro y siete por otros partidos.

Según FIFA, Sudamérica generó el 14.7 por ciento de la audiencia total, con más de 164 millones de personas. De esta cifra, el 71.1 por ciento se generó en Brasil.

Más allá de los resultados locales, pocas dudas quedan sobre el interés del público latinoamericano alrededor de los deportes. De hecho, podría decirse con certeza que se trata del público más comprometido con los deportes.

¿Cómo hacen, entonces, las casas de apuestas para convertir ese interés en apuestas? Bueno, es simple. El primer paso sería promocionar la oferta de los torneos en sus plataformas, publicidad tradicional y digital, y en bonos u ofertas.

No cabe duda que existe una falta de información y de datos relacionados al fútbol femenino y sus audiencias, y podría interpretarse como una de las principales trabas para que las casas de apuestas latinoamericanas aterricen masivamente en este mercado, tal como lo hacen cuando se trata de fútbol masculino.

Se espera que se defina el host para la próxima edición de la Copa del Mundo Femenina a mediados de 2024, y actualmente hay cuatro nominaciones, entre las cuales se encuentran Brasil y México (junto a Estados Unidos).

Desde la fecha que se eligió a Nueva Zelanda y Australia como hosts, hasta la fecha del torneo, la exposición de la Copa del Mundo Femenina, las asociaciones y patrocinios crecieron exponencialmente.

Debido al interés del público latinoamericano en los deportes y en las apuestas, y teniendo en cuenta que Brasil está en camino a contar con una industria regulada, trae esperanzas alrededor de potenciales acuerdos entre operadores latinoamericanos y este deporte.

De todos modos, independientemente del host, la vara en 2023 ha quedado muy baja para que los operadores se sumen a este deporte creciente, por lo que solo restará saber si están preparados a dar el salto o si nuevamente dejarán pasar la oportunidad.