El proyecto de Hard Rock en Catalunya se enfrenta a nuevas demoras, tras la publicación de un informe del gobierno local. El documento advierte sobre la cercanía del emprendimiento con una planta química, que obliga a ciertas modificaciones.
La cuestión ante este inconveniente es que, según el Departamento de Empresa y Trabajo, no habría riesgos solo si grupo Ercros, la empresa que opera la planta, realiza ciertas modificaciones.
De esta manera, no depende directamente del accionar de Hard Rock, sino de su eventual vecino en Catalunya y la voluntad de trabajar en conjunto.
Puntualmente, Ercros debería adecuar su infraestructura para que una posible nube tóxica, generada por un eventual accidente químico, no afecte al emprendimiento turístico.
De cualquier manera, la operadora de la planta explicó que ha avanzado con las acciones correspondientes para modificarla, pero advirtió que aún espera las autorizaciones de la administración.
Más allá del posible riesgo químico que habría si no se modificara la planta –como, aducen, se está haciendo–, el alcalde de Salou (uno de los dos municipios donde se ubicará el emprendimiento), Pere Granados, restó importancia a la cuestión y dijo que “no tiene sentido vincular” la planta a la construcción del Hard Rock en Catalunya.
Granados ya había defendido el emprendimiento cuando el consejero de Salud catalán, Manel Balcells, atacó la propuesta de instalar un casino: “Estoy absolutamente en contra de que haya el casino del Hard Rock. Tengo esperanza de que los promotores se echen atrás”, había dicho.
En ese entonces, el alcalde “lamentó la actitud” de Balcells y habló de un “incumplimiento reiterado durante mucho tiempo de los plazos para la aprobación” del plan urbanístico.
“Pedimos a la Generalitat que aclare esta situación, que apruebe definitivamente el plan director urbanístico; no podemos retrasar más el proyecto, los inversores al final se cansarán”, dijo.