La agenda de conferencias de SBC Summit Barcelona – Digital se inauguró con un contundente debate sobre el cambio generacional que está atravesando la industria de las apuestas deportivas. Dos ejecutivos protagonistas de este contexto, Jason Robins (CEO de DraftKings) y Carsten Koerl (fundador de Sportradar), brindaron detalles del panorama global de las apuestas y de las normas operativas estándar que marcan las tendencias 2020.
Encabezando el debate, la vicepresidenta de SBC en Estados Unidos, Sue Schneider, indagó sobre cómo los ejecutivos han manejado sus agendas empresariales con notable crecimiento en medio de la pandemia del COVID-19.
Como ex analista financiero, Robins —que administró el ingreso de DraftKings en Nasdaq Exchange de Nueva York, la oferta pública de tecnología más grande de 2020— destacó que los inversores se han visto obligados a cuestionar sus prácticas habituales.
“Algo extraordinario ha comenzado a desarrollarse, y es la primera vez que lo veo en mi vida. El mercado de valores parece estar proyectando más allá de los informes trimestrales”, dijo. «No tiene sentido tratar de predecir el desempeño trimestral de una empresa. Ahora que arrojamos las variables tradicionales por la ventana, los inversores han comenzado a pensar qué empresas están mejor posicionadas para salir de esta crisis”, añadió.
El CEO admitió que el valor de DraftKings tomó impulso con “las experiencias de los Estados que enfrentan importantes brechas presupuestarias, que han regulado rápidamente las apuestas deportivas y los juegos de azar” para obtener nuevos ingresos, combinado con la “rápida aceleración de los cambios de consumo hacia el sector online”.
Durante el confinamiento social, DraftKings estableció tres objetivos operativos: mantener la seguridad de los empleados y su salud mental, fortalecer el compromiso de DraftKings con los clientes, y preparar el liderazgo de la empresa para futuros desafíos.
Robins continuó: “En nuestra plataforma, priorizamos rápidamente la integración del streaming con la mayor urgencia posible. Pero, nunca pensé que estaría comunicándome por teléfono con la compañía de Carsten para pedir que se transmitiera el tenis de mesa de inmediato”.
Más allá de las limitaciones técnicas, Robins reconoció que un DraftKings bien capitalizado no puede quedarse al margen como mero observador de los cambios sociales que han ocurrido por la pandemia en Estados Unidos. “Todo el mundo está devastado y estamos en una posición afortunada. Elegimos incrementar nuestro enfoque en retribuir, y donamos millones de dólares a los programas de ayuda contra el COVID”, admitió.
“Con los primeros partidos de vuelta de la NBA y la WNBA, devolvimos el 100 por ciento de las ganancias a causas relacionadas con la justicia social y racial. Ha sido un gran llamamiento para que la empresa retribuya a la sociedad, y esto es parte de nuestra cultura ahora más que nunca”, detalló.
Al coincidir con el análisis de Robins sobre la dinámica cambiante, Koerl intervino: “¡Creo que el COVID nos ha convertido en grandes fanáticos del tenis de mesa!”. Dejando de lado las bromas, Koerl, quien estableció a Sportradar como la “empresa reorganizadora líder de los datos deportivos globales”, dijo a los delegados de SBC Barcelona Summit – Digital, que el grupo de tecnología había repensado sus estructuras digitales.
“Lo que ha cambiado fundamentalmente es la rapidez con que las partes interesadas tradicionales han avanzado hacia el desarrollo primordial de sus canales digitales. En mis 25 años como ejecutivo de tecnología, nunca había visto una expansión tan agresiva hacia la adopción de nuevas tecnologías”, comentó.
Y agregó: “Hemos visto una gran revolución en los últimos cinco meses, en cada operador, cada equipo, cada propietario de medios, cada organismo gubernamental y cada federación, que han utilizado servicios digitales para interactuar con sus audiencias”.
Sobre la “vuelta al a normalidad” de los deportes tradicionales, Koerl declaró que ha dado instrucciones a los equipos de desarrollo de Sportradar para que, simplemente, acepten que sus tecnologías y productos atravesarán ciclos interrumpidos. “No consideramos que el COVID sea un fenómeno a corto plazo y hemos aceptado que se producirán cancelaciones, cierres y caídas, incluso si aparece algún tipo de tratamiento”, lamentó.
“Al igual que los lugares de trabajo, los entornos públicos también han cambiado y no creo que la gente regrese pronto a los estadios. Para Sportradar, existe una gran oportunidad para adaptarse a este cambio, en el que la palabra de moda será la ‘personalización’”, aseguró.
Para Koerl, el cambio radical que experimentará la industria deportiva tendrá lugar cuando los gobiernos se vean obligados a reevaluar sus políticas fiscales para mitigar los daños económicos del COVID-19, una realidad que no solo hará avanzar las apuestas deportivas en Estados Unidos, sino que finalmente debería impulsar una regulación global.
“Hay una gran demanda de dinero por parte de los Estados, y solo se puede generar a través de impuestos. Esta realidad debería acelerar las aperturas de mercado, proporcionando nuevas oportunidades. Para empresas como Sportradar, Estados Unidos es el lugar ideal, donde más innovaciones pueden impulsar cambios reales”, declaró.
Y concluyó: “Sin embargo, estamos comenzando a ver señales y desarrollos interesantes en países como Brasil, India e incluso China. Todos los gobiernos se han visto muy afectados por la pandemia y se han visto obligados a revisar sus marcos internos, haciendo preguntas fundamentales sobre la regulación de las apuestas deportivas… ¡En definitiva, son tiempos interesantes!”.
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