El consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla aprobó esta semana suspender por el plazo de un año cualquier autorización o licencia urbanística relacionada con la apertura de nuevos establecimientos de juego o con la ampliación de los ya existentes. Se trata de una medida cautelar que se pone en marcha para que dé tiempo a desarrollarse la nueva normativa al respecto.
«Hemos dado un paso decisivo para afrontar este fenómeno que ha venido incrementándose en Sevilla y en otras muchas ciudades y que requería de una respuesta adecuada», apuntó el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura del Ayuntamiento, Antonio Muñoz. El edil señaló que la nueva regulación que van a poner en marcha, y que irá al Pleno del día 19 de este mes, «sigue los pasos de otras ciudades», como Barcelona, Pamplona o Alcalá de Guadaíra, y contará con la participación de la ciudadanía para su definición total.
Con la nueva norma, el Consistorio busca evitar, «dentro de las competencias y posibilidades legales», la implantación de nuevas casas de apuestas y salones de juegos en las zonas de Sevilla declaradas de transformación social, como Amate, Palmete, Padre Pío, Polígono Sur, Polígono Norte y El Cerezo. El Ayuntamiento también quiere impedir la concentración de muchos de estos negocios en una misma zona, circunstancia que ya se produce actualmente en barrios como Los Remedios y Nervión. Y, por último, evitar que entren en funcionamiento casas de apuestas en el entorno de centros educativos o equipamientos con población menor de edad.
Todo ello se completará con la modificación de la ordenanza de publicidad de la ciudad, que se prevé que sea aprobada por el Pleno en la sesión de enero o febrero, y donde se restringirá la capacidad de promocionarse de estos establecimientos.
Actualmente existen en la ciudad unas 80 casas de apuestas, según los datos ofrecidos por el Consistorio, que especifica que en los últimos cinco años se han concedido 51 licencias, ya que los negocios que las solicitaron cumplían con la normativa actual.
El Ayuntamiento aseguró que la nueva regulación que pretende poner en marcha es «compleja», razón por la que aboga por tener el mayor respaldo posible «en favor de los ciudadanos». Tanto la suspensión de licencias como la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) deberán ser aprobadas en el Pleno y serán sometidas a los correspondientes informes preceptivos, entre los que destaca el que debe emitir la Consejería de Salud, al ser una regulación basada en la incidencia de estos negocios en el aumento de la ludopatía.
Muñoz también quiso pedir a la Junta que «haga los deberes en el desarrollo de una regulación más exigente», instando a que, paralelamente al trabajo del Consistorio, se regule «de manera más estricta» este fenómeno.
