Según el balance de la Agencia Tributaria Valenciana, el COVID-19 ha golpeado al sector del juego en Castellón, que gracias a los cierres ya ha percibido una caída del 80 por ciento en su recaudación de impuestos en los bingos entre enero y mayo de 2021.
Tal como describió El Periódico Mediterráneo, la Provincia de Castellón debe pagar en lo que va de 2021 un total de 1.8 millones de euros en impuestos, o un 10 por ciento menos que lo que aportó en el mismo período en 2020.
Sin embargo, la mayoría de aquella cifra corresponde a máquinas recreativas B y C, que se ubican especialmente en hoteles, bares y restaurantes. Esta recaudación solo ha bajado en un 1 por ciento en comparación a 2020.
Por su parte, la tasa de bingos se ha disminuido un 80 por ciento, de 287 mil euros a 56 mil, mientras que de las rifas, de 12 mil euros a 0.
Sonia Díaz, directora de la Agencia Tributaria Valenciana, dijo: “Los salones de juegos, bingos y casinos han permanecido cerrados durante buena parte de la pandemia —por las restricciones para evitar contagios por el COVID-19— y por ello se ha notado esta caída de la recaudación”.
Asimismo, resaltó que estas empresas “han empezado a abrir en el segundo trimestre de este 2021 y, por ello, en el acumulado de enero a mayo todavía no hemos empezado a remontar a cifras habituales de ingresos por juego”.
“Si la actividad empieza a ponerse en funcionamiento posiblemente se notará la recuperación en el tercer cuatrimestre del año, a partir de septiembre”, afirmó y dijo que Castellón lidera la recuperación en términos porcentuales.
