Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, anunció esta semana una serie de restricciones ante el aumento en los casos de COVID-19 en el país sudamericano. A pesar de la situación sanitaria, el Gobierno ha decidido mantener los casinos abiertos, ya que reconoce que no son espacios donde hayan existido contagios.
Ante la decisión del presidente Lacalle Pou, la Asociación Nacional de Funcionarios de Casinos del Estado (Anfuce) destacó que operan bajo un “estricto protocolo sanitario, acordado por el Ministerio de Salud Pública y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto”.
Los casinos en Uruguay tienen permitido operar siguiendo estrictas medidas, como el uso obligatorio de cubrebocas, el distanciamiento entre máquinas y personas, la instalación de máquinas sanitizantes y el control de temperatura en el ingreso, entre otras cosas.
Anfuce subrayó que cerrar los casinos del país significaría “enviar a sus casas a más de 1000 trabajadores públicos”, además de los tercerizados o contratados.
“Algunos actores políticos mencionaron la posibilidad de reducir el horario, cosa que no nos parece pertinente. De esta manera provocaríamos en menor tiempo, concentrar más gente, acercándonos al tope máximo de aforo”, dijo la asociación.
A pesar del permiso para mantenerse abiertos, el casino Parque Hotel mantendrá sus puertas cerradas: “Ante consultas aclaramos que el Casino de Gestión Municipal Parque Hotel se encuentra cerrado desde el 2 de diciembre de 2020 y permanecerá cerrado por decisión de la Intendencia de Montevideo”, aclaró la intendencia.
