Representantes de esports debaten con la Secretaría de Deporte de Río de Janeiro medidas para incentivar el sector

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El secretario de Estado para el Deporte y el Ocio de Río de Janeiro, Rafael Picciani, llevó a cabo una reunión con representantes del sector de esports de Brasil, con el fin de discutir todo tipo de políticas públicas que fomente el desarrollo profesional de los deportes electrónicos.

Durante la reunión, varios atletas, entrenadores y profesionales de diferentes categorías debatieron temas sobre políticas públicas para las nuevas profesiones, la educación en el área de los esports, las competiciones de alto rendimiento, la infraestructura y equipamiento público para esports, entre otros temas.

Tras la reunión, se determinó crear un Grupo de Trabajo para evaluar cómo el gobierno puede ayudar a promover el sector, con el fin de impulsar los beneficios de los esports, como la generación de puestos de trabajo en el sector deportivo y de tecnología, la formación técnica de adolescentes y más.

“Esta oportunidad es muy importante. Mi esperanza es traer y utilizar la herramienta esports como un medio de transformación, paz y desarrollo para las comunidades. Los esports tienen la capacidad de involucrar a los estudiantes y mantenerlos en la escuela. Nuestra realidad ha cambiado hace mucho tiempo y necesitamos entenderla”, señaló Luciana Nunes, representante del Comité de Río 2016 y experta en la industria de los deportes electrónicos.

Reconocimiento deportivo de los esports

Si bien Brasil se posiciona como uno de los países referentes en cuanto al desarrollo de los esports, en Latinoamérica y a nivel mundial, el sector aún no ha sido reconocido por el Ministerio de Deporte, lo que provocó más rechazo cuando la nueva ministra de Deportes Ana Moser aseguró que los esports no son un deporte sino una “parte de la industria del entretenimiento”.

Actualmente, hay proyectos de ley en curso en el Congreso que buscan catalogar a los jugadores de esports como atletas y darle al sector reconocimiento oficial en el escenario deportivo nacional.

El año pasado, se celebró un gran hito cuando la Cámara de Diputados de Brasil dio el visto bueno al proyecto de ley que regula los sectores de esports y deportes de fantasía en todo el país y, de esta forma, se dejó de considerar ambos sectores como juegos de azar.

Por su parte, el estado de Río de Janeiro ha dado pasos más concretos en la materia, al aprobar el pasado 8 de diciembre la Ley N° 7696 regional, que crea el Programa de Deportes Electrónicos de Río de Janeiro (RIO GAMES E ESPORTS).

“El objeto del programa es promover la infraestructura necesaria para la realización de eventos deportivos electrónicos con el plan principal de utilizar la educación y la tecnología como estrategias para la inclusión digital y la formación de jóvenes con potencial competitivo en los diferentes deportes electrónicos, visando su desarrollo intelectual y el desarrollo deportivo cultural”, establece la regulación.

Además, el Ministerio de Trabajo y Empleo ya reconoce a los jugadores como atletas, y gestiona el otorgamiento de pasaportes específicos para competir en el país e internacionalmente.

Con este tipo de normativas, se busca garantizar el desarrollo del sector de los esports y deportes de fantasía, generar empleos, erradicar delitos y reducir la carga tributaria en el desarrollo de los esports con la extensión de los beneficios de la Ley de Tecnologías de la Información, a la vez que transparentar los ingresos que recibe el Estado mediante estas actividades.

Los esports en Brasil también son respaldados por la Asociación Brasileña de Deportes Fantásticos (ABFS), que celebró los avances regulatorios como “una victoria que demuestra reconocimiento para un sector que hoy genera impuestos, empleos y una facturación anual de casi 70 millones de reales en Brasil”.

A partir del establecimiento de un mercado regulado en todo el país, la ABFS estima que este monto crecerá a los 100 mil millones de reales en ingresos en los próximos años, con una estimación de decenas de miles de empleos directos e indirectos.