La Copa São Paulo de Fútbol Junior, conocida como Copinha, está siendo el foco de atención del deporte brasileño debido a una alerta por un posible fraude en los resultados, que tendría relación con las apuestas deportivas.
Bajo la órbita del organizador del torneo, la Federación de Fútbol de São Paulo (FPF), la investigación se centra en “identificar una presunta banda que recluta jugadores en un intento de manipular y cambiar los resultados de los partidos”.
Por el momento, la prensa local apunta al corresponsal bancario Diego Rodrigues como uno de los sospechosos, que debe presentarse para brindar declaraciones en los próximos días.
Junto con la FPF, el caso está siendo llevado a cabo por la Policía Civil del estado brasileño de São Paulo, que ha recibido alertas por dos partidos de la segunda ronda de la primera fase del torneo.
Según trascendió, las alertas advertían que “un presunto apostador contactó a dos jugadores, uno de Zumbi Esporte Clube de Alagoas, y otro de Real Ariquemes de Rondônia, con la misma propuesta: 3 mil reales para que ayuden con un número determinado de córners en sus respectivos partidos”, como publicó ge.globo.
Los mismos jugadores habrían advertido a la FPF sobre las propuestas, quienes también presentaron una denuncia formal y aseguraron haber registrado incidentes durante los partidos, donde Zumbi de Alagoas ganó contra Ferroviária, mientras que Real Ariquemes perdió con Tanabi.
A esto se suma un nuevo aviso del arquero Evan Guilherme, que juega en la Copinha, que aseguró que lo han contactado por una red social para conceder cierta cantidad de córners por 3 mil reales también.
De acuerdo a las declaraciones del atleta, el apostador le dijo que la propuesta no lo iba a perjudicar, ya que no necesitaba que se deje hacer goles, pero le ofreció dinero para que generara la mayor cantidad de tiros de esquina posibles.
“Me sorprendió bastante y lo primero que se me pasó por la cabeza fue rechazar la oferta y avisar al comité y al presidente del club”, comentó Guilherme.
La FPF contra el fraude en el deporte por apuestas
La FPF ha encabezado la protección del juego limpio desde el año pasado, cuando se asoció con Stats Perform para fortalecer las herramientas de monitoreo de amaño de partidos en el fútbol de São Paulo.
El trabajo consiste en cruzar datos de sitios de apuestas deportivas con los campeonatos para detectar posibles cambios que puedan apuntar a la posibilidad de manipulación del resultado.
“Esto sucede con relativa frecuencia, hoy tenemos un promedio de siete a diez casos confirmados de manipulación de partidos por año en el estado de São Paulo y en el fútbol paulista de todo Brasil, que solo en 2022 ya confirmó aproximadamente 130 casos”, reveló Paulo Schmitt, presidente del Comité de Integridad de la FPF.
“La propia Copinha, que no había despertado tanto interés en el pasado —debido a los bajos salarios, la franja etaria y los factores de riesgo que están presentes en varios tipos de eventos y competencias, y las características de los atletas que compiten en estos eventos—, incluso se ha convertido en un objetivo en cierto modo”, detalló.
Así, explicó que al ser un evento nacional, “no importa cuánto se controle, inspeccione, se eduque dentro del fútbol paulista, cuando es un evento nacional, con atletas de todo Brasil, la Copinha se convierte en un punto de riesgo diferenciado para nosotros”.
Por esta razón, celebró el trabajo conjunto con la Policía Civil y propuso una unión entre las entidades vinculadas al fútbol y también las autoridades estatales para mitigar la posibilidad de fraude en los juegos, especialmente en las divisiones inferiores.
“Una cosa que la gente debe entender es lo siguiente: el fraude normalmente siempre está por delante del control. Necesitamos invertir más, actuar más para investigar los casos y enviarlos a la Justicia ante las autoridades policiales, que es lo que hemos estado haciendo”, dijo.
Y concluyó: “Trabajamos con la Policía Civil, con el Ministerio Público y el Estado de São Paulo, e incluso tenemos contacto con la Interpol y otros organismos, e internamente con el Tribunal Supremo de Justicia Deportiva, quienes actúan rápidamente para tratar para identificar y minimizar estos riesgos, aunque el número de casos ha ido en aumento en todo el mundo y en Brasil en particular”.