Fred Azevedo: “El mercado brasileño se consolidó como un modelo sesgado, disfuncional y negligente”

“El mercado brasileño se consolidó como un modelo sesgado, disfuncional y negligente”.
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Fred Azevedo, fundador de SOS Jogador, empresa especializada en juego responsable y juego problemático, publicó un artículo de opinión sobre el panorama actual del juego online en Brasil: “La era de la ilegalidad y el dominio de la piratería”.

En el texto, Azevedo destacó que el país no atraviesa un momento difícil en cuanto a la regulación del sector, sino una “ilusión cuidadosamente mantenida por discursos técnicos” que no priorizan la protección de los jugadores. Si bien la regulación del juego se presentó como una “herramienta de moralización, seguridad e ingresos sostenibles”, el mercado se ha consolidado como un “modelo sesgado, disfuncional y, sobre todo, negligente”.

Además de mencionar los altos impuestos, las restricciones a la publicidad, la falta de combate al mercado ilegal y la negligencia de los bancos e instituciones financieras, el empresario recalcó que estos elementos “conforman un escenario en el que la legalidad se castiga y la ilegalidad se recompensa en silencio”.

Azevedo explicó que las políticas públicas actuales están dirigiendo a los usuarios a sitios ilegales: “Los jugadores que intentan acceder a una plataforma con licencia se enfrentan hoy a comisiones elevadas, normas estrictas, una verificación compleja y pocas promociones atractivas. Quienes eligen un sitio pirata operan sin KYC, sin límites, con bonos agresivos y retiros en minutos a través de PIX”.

Y afirmó: “La lógica de canalización —llevar a los jugadores a entornos regulados, seguros y monitoreados— se ha abandonado por completo”.

Fred Azevedo objeta las ultimas decisiones del gobierno de Brasil

El experto cuestionó si el gobierno es incapaz o se niega a reprimir el mercado paralelo. Para Azevedo, el país está optando por “proteger la falta de control”.

Las acciones del gobierno se centran en censurar a influencers, impedir que las marcas aparezcan en la señalización de los estadios y limitar el tiempo de publicidad, entre otras cuestiones. Sin embargo, el artículo recalcó que, de hecho, el problema del sector parece ser la presencia de logotipos en los uniformes de los atletas, y no la falta de lucha contra el juego ilegal.

“Esta agenda moralista solo les quita a las casas legalizadas las herramientas para comunicarse de forma clara, transparente y educativa. El resultado: menos educación para el jugador, más espacio para contenido encubierto y promesas peligrosas provenientes de fuentes ilegales”, dijo Azevedo.

Finalmente, el empresario comentó que estas acciones gubernamentales, que reducen la competitividad en el mercado regulado, eliminan o minimizan instrumentos que podrían ayudar a garantizar la protección de los jugadores, como la auditoría de RTP (Retorno al Jugador), las herramientas de autoexclusión, el canal del defensor del pueblo, las reglas claras de retiro y reinversión, y la identificación de fraudes con sistemas aprobados.

“Brasil, lamentablemente, está perdiendo el hilo regulador. En lugar de utilizar el marco legal como instrumento de equilibrio, lo ha convertido en una trampa fiscal, una censura selectiva y el abandono de su función principal: proteger al ciudadano”, agregó.

Y concluyó: “Esta no es una era de transición. Es el inicio de una era institucional donde se tolera lo ilegal y se castiga lo legal”.