Obrando como presidente interino de Brasil, Geraldo Alckmin, actual vicepresidente de la república, ha recibido la semana pasada en su despacho al director ejecutivo de Playtech, Mor Weize, para analizar el desarrollo del mercado, a la espera de un avance legislativo sobre la regulación.
Si bien no se han compartido detalles específicos de la reunión del vicepresidente con Weize, se supo, según trascendió en la prensa brasileña, que Alckmin se habría manifestado a favor de la regulación del juego y las apuestas, aunque respetando los plazos y marcos establecidos por el poder legislativo.
Además, los medios locales informaron que la reunión del pasado martes (4 de Julii) con una de las marcas líderes en el desarrollo de software para el juego y las apuestas en Latinoamérica y el mundo, fue organizada por el diputado federal Felipe Carreras, uno de los relatores del proyecto de ley sobre la industria que está dentro de la agenda del Congreso, aunque todavía no tiene fecha de debate.
“Desde Playtech consideran que Brasil tiene todo para ser el segundo mercado del mundo. Las inversiones por cada complejo de casinos en resorts integrados es de más de 1 mil millones de dólares. Japón recibirá la primera inversión y será en orden de 4 mil millones de dólares”, argumentó el diputado Carreras en una conversación con CNN tras la reunión.
Además, agregó que “el vicepresidente está a favor y que va a establecer las gestiones necesarias dentro del gobierno para sacar adelante esta propuesta”.
Actualmente, Playtech, con origen en Israel, es una de las empresas más renombradas en los mercados emergentes de Latinoamérica, al haber compartido su fuerte estrategia de expansión en la región. La empresa que cotiza en bolsa proporciona tecnología para casinos en Las Vegas y Macao, además de poseer licencias en Argentina, Perú, México y más.
La industria del juego en Brasil
Si bien el mercado brasileño del juego viene siendo impulsado por varios proyectos regulatorios, por el momento, solo se ha conseguido la aprobación en el Congreso de la regulación de las apuestas deportivas en 2018, mientras que se ha vencido el plazo para que sea promulgada desde la Presidencia.
Sin embargo, luego de varios meses de debates, se ha confirmado que el gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva está comprometido con lanzar el reglamento que daría luz verde al sector más popular de entretenimiento entre los fanáticos deportivos brasileños mayores de 18 años.
La demora, ahora, de todas formas, se da porque en paralelo han salido a la luz varios casos de amaños deportivos en las Série A y B del fútbol brasileño, lo que derivó en la creación de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), para realizar un acompañamiento legislativo a los casos denunciados por el Ministerio Público de Goiás.
Así, desde el poder Ejecutivo habían anunciado que no avanzarían con el reglamento de las apuestas deportivas, que ya está preparado para que da Silva lo firme, hasta no obtener los resultados de la CPI, en un intento de incluir todos los puntos de vista antes de lanzar oficialmente el mercado.
A esto se suma que los miembros de la CPI anunciaron la semana pasada que no sesionarán hasta agosto. El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, comunicó la decisión de suspender las sesiones del cuerpo, por quedar relegado en las prioridades de la Legislatura.
Pese a la demora, que ya tiene acostumbrada a la industria internacional a la incertidumbre, comenzaron a operar las apuestas deportivas reguladas de forma oficial en el Estado de Río de Janeiro, luego de otorgar la primera licencia a Rede Loto, para su plataforma LotoCarioca.
