Fenabanca se moviliza al Palacio Nacional para reclamar por el ordenamiento de la lotería dominicana

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La Federación Nacional de Bancas de Lotería (Fenabanca) continúa reclamando al gobierno por diversos problemas que aquejan a sus representados. Por eso, este jueves se movilizó hacia el Palacio Nacional para exigir una solución a diversas cuestiones, como el de las bancas de lotería dominicana no autorizadas.

Entre los principales puntos de reclamo, la entidad denunció que se mantiene el “incremento exponencial y constante” de las bancas de lotería. Todo eso, a pesar de la promulgación del decreto 63-22 hace poco más de un año, que estableció un régimen de ordenamiento para la industria lotérica local.

En ese sentido, Fenabanca reclamó por el cierre inmediato de todas las bancas de lotería de República Dominicana que no estén inscritas de acuerdo a la mencionada normativa. De esta manera, ven una solución al problema de competencia desleal que se genera, puntualizando en el pago de premios, que “supera incluso la devolución del 100 por ciento”.

Además, denunciaron que este escenario podría generar una oportunidad para el lavado de activos, al mismo tiempo que perjudica a los operadores regulados.

Por todo lo anterior, hicieron una serie de reclamos al gobierno, que incluyeron: cumplimiento del protocolo contra el lavado de activos y financiamiento del terrorismo, suscrito entre el Ministerio Público y el Ministerio de Hacienda; clausura inmediata de todas las bancas de lotería ilegales objetadas en el proceso de regularización; persecución en todas sus formas a la venta ambulante de números de loterías, con consecuencias legales para quien sea atrapado infraganti, así como para el banquero que le aguanta y el programador del equipo; cumplimiento de la ley 139-11, que fija el pago de premios de loterías de quinielas o terminales en un 72 por ciento de lo apostado; y conocimiento inmediato para fines de aprobación, del proyecto de ley para regular los juegos de azar en la República Dominicana, el cual busca recoger, mejorar y ampliar las normativas existentes, bajo un verdadero régimen de consecuencias.