Bitcoin está viviendo sus picos de valores máximos desde diciembre 2020, mientras que en enero se consolida la tendencia y las expectativas económicas mundiales siguen apostando a la era digital y las criptodivisas.
¿Qué significa este avance tecnológico en Latinoamérica, una región poco bancarizada y con una desconfianza histórica hacia sus monedas? ¿Y cómo influye este crecimiento en la industria del juego y las apuestas?
Como uno de los colaboradores clave en el desarrollo del Informe sobre Blockchain en Latam: Ecosistema, adopción y regulación de criptomonedas y blockchain en América Latina de la agencia de marketing regional Sherlock Communications, Luiz Eduardo Abreu Hadad es una voz autorizada para afirmar que “¡las expectativas son grandes!”.
En una entrevista exclusiva con SBC Noticias, el experto sostiene que “una gran ola de adopción de criptomonedas está llegando” y que “es cuestión de tiempo hasta que los gobiernos se paren desde una posición más amigable”.
Como director de Community Building en Cambiatus —una plataforma brasileña que permite crear monedas complementarias basadas en blockchain y DAO—, Abreu Hadad destaca que las condiciones actuales propician un “terreno fértil” para la prosperidad de las criptomonedas en la región.
Por un lado, como asegura, “América Latina tiene una enorme población no bancarizada y el COVID-19 obligó a los ciudadanos a integrarse en el mundo online por primera vez. Esto incluye al comercio electrónico y a la banca”. Según él, la tecnología está encarando, entonces, su “gran oportunidad para transformar el estado de las finanzas digitales en todos los países”.
Asimismo, se han potenciado algunos factores que convierten a las monedas virtuales en el “futuro cercano” al que apuntan los grandes previsores financieros. Abreu Hadad los enumera:
- Aumento del contenido y de educación para los nuevos miembros de la comunidad;
- Bajo nivel de confianza en los gobiernos y en bancos centrales de América Latina;
- Personas dispuestas a diversificar las inversiones y tener una cobertura frente a sus propias monedas nacionales, que están sufriendo la inflación;
- Mejoras en la experiencia del usuario en herramientas y plataformas (billeteras, intercambios y aplicaciones blockchain), facilitando su modo de uso;
- Inversores institucionales que ingresaron al mercado y llevaron los precios a nuevos máximos históricos, como hemos estado viendo a principios de 2021.
Según el informe hecho por Sherlock Communications, en 21 países latinoamericanos, entre el 30 y el 51 por ciento de los usuarios ven con buenos ojos las transacciones con criptomonedas y las operaciones con blockchain luego de la experiencia de 2020, aunque destacan la falta de información como principal impedimento para el desarrollo del sector.
Esto abre paso a nuevas regulaciones, una vez que el abordaje educativo se expanda a un mayor porcentaje de la población. A la vez, las regulaciones podrán impulsar los acuerdos entre la industria de divisas digitales y la del juego y apuestas online en estos mismos países que experimentan un auge en sus mercados.
“Estamos atravesando una nueva ‘carrera espacial’, donde los países compiten para implementar estas monedas y atraer talentos y proyectos de blockchain a su órbita. China y Estados Unidos se están volviendo mucho más amigables, y este cambio regulatorio está ayudando a la evolución de la tecnología”, detalla el director de Community Building en Cambiatus, quien también es uno de los principales consultores sobre blockchain en el continente.
Abreu Hadad acumula experiencia con las criptomonedas desde 2017, cuando fundó la startup Dropout Academy con el objetivo de brindar talleres y un espacio de encuentro para difundir información sobre la industria a “personas no tecnológicas”. Para él, la educación es fundamental para fortalecer el funcionamiento de las divisas digitales, en una región que aún está aprendiendo sobre el comercio online.
“Como muestra nuestro informe, la mayoría de los residentes todavía no invierten porque no comprenden la tecnología o no confían en una plataforma. La forma de fomentar la adopción es educar a los nuevos usuarios y proporcionar interfaces amigables para hacer que las criptomonedas sean más accesibles”, propone.
El crecimiento que han experimentado el Bitcoin y otras divisas en los últimos meses busca derivar en una mayor inversión para potenciar los “esfuerzos educativos”, mientras se intenta acceder a nuevos usuarios, capacitar a desarrolladores y ampliar las oportunidades para jóvenes talentos que buscan hacer carrera en este ámbito, tal como Abreu Hadad.
Por otro lado, y si bien la pandemia ayudó a reducir un 25 por ciento de la tasa de población no bancarizada en América Latina, como informó un reporte de Americas Market Intelligence, aún se padecen las altas comisiones bancarias, los costos de las remesas para enviar y recibir dinero al extranjero, y la desconfianza en los bancos y los gobiernos.
Para el experto, es hora de enfrentar esta realidad e impulsar una regulación colaborativa entre las industrias online que se puedan ver beneficiadas por este auge tecnológico. “Las asociaciones entre los juegos de azar y criptomonedas deben participar en un esfuerzo de autorregulación. Aunque lo más difícil para los reguladores es proponer reglas cuando no entienden la tecnología y sus posibilidades”, establece Abreu Hadad, también exjefe de Comunidad en la empresa de blockchain EOS Rio.
Alianza entre el juego online y las criptomonedas
Como cofundador de Manifesta Capital, un fondo de inversión de impacto, y habiendo profundizado su experiencia en proyectos de la rama como Simpleos (una billetera para interactuar dentro de blockchain EOS), Hyperion (análisis de Google para blockchain EOS), Liberland (país con gobierno autónomo descentralizado y basado en tecnología EOSIO), Gaia/Polen (protocolo blockchain para ayudar a rastrear y validar la gestión de residuos para incentivar el reciclaje en Brasil), entre otros, Abreu Hadad ha acumulado la suficiente información para ser optimista respecto al impacto de las criptomonedas y el blockchain en Latinoamérica.
Según él, el mayor impacto regulatorio se comenzará a sentir entre 2 y 3 años después de las primeras pruebas oficiales, llamadas “sandboxes” en el sector. Se trata de un ambiente experimental, oficial y “en vivo” para comprobar la seguridad de las operaciones financieras mediante esta tecnología, algo que aún debe ser desarrollado en los países latinoamericanos. Sin embargo, 2021 se percibe como el primer paso para “experimentar e innovar”, como explica.
El ámbito más cercano donde se están poniendo a prueba estas opciones es el juego online, teniendo en cuenta además que los usuarios tienen más afinidad tecnológica. Y, a medida que los experimentos con blockchain comprueben el nivel superior de transparencia que aportan estas operaciones financieras, los jugadores aumentarán la confianza hacia el sector, lo que ayudará a la educación y divulgación informativa.
“Con el blockchain, los jugadores pueden conocer las reglas de los contratos inteligentes de antemano, y esto aumenta la confianza de todas las partes involucradas. Otra cosa importante es tener un proceso KYC (conozca a su cliente), para cumplir con las regulaciones generales y brindar una oferta de juego responsable”, confirma Abreu Hadad.
Los jugadores serán de los primeros usuarios en conocer los beneficios de operar con las criptomonedas y tecnologías blockchain, ya que “proporcionan la propiedad de bienes digitales a través de NFTS (tokens no fungibles), que son únicos y pertenecen al jugador”. Los operadores pueden ofrecer estos elementos en los juegos o incluso pueden ser el juego en sí.
Además, “siempre que un jugador haya terminado con su producto o juego, puede revenderlo en mercados integrados como ultra.io”. Por otro lado, “los estudios de juegos independientes tendrán más visibilidad, pagarán menos tarifas de distribución y los jugadores tendrán acceso a una variedad más amplia de juegos”.
En este sentido, el blockchain también facilita la transferencia de valor, “lo que brinda otras posibilidades de monetización para los jugadores, como los programas de referencia”, concluye el director de Community Building en Cambiatus.