En una entrevista con SBCNoticias, Ludovico Calvi, presidente del sistema de monitoreo de loterías GLMS, conversó sobre los desafíos que enfrenta el sector de apuestas en Latinoamérica en materia de integridad. ¿Cómo se restaura la confianza en un continente erosionado por los escándalos de corrupción?
SBC: A medida que Brasil avanza hacia la regulación de las apuestas deportivas, ¿cuál será el papel que jugará GLMS en la defensa de la integridad?
L.C.: Brasil es la novena mayor economía del mundo por su PIB. Es, además, el mercado de consumo más grande de América Latina, con más de 210 millones de habitantes. La pasión de los brasileños por el fútbol es mundialmente conocida y el deporte ha crecido exponencialmente en los últimos años, gracias a la celebración de eventos como los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de la FIFA en el país. Estos son apenas algunos indicadores del potencial que representa Brasil para el sector de juegos y apuestas.
Consideramos que la prohibición de las apuestas deportivas solo empuja el financiamiento de la política a la informalidad. Habilitar las apuestas deportivas no significa promover el juego, sino reconocer dentro del sistema una práctica existente para controlarla. Regular la actividad es una herramienta para evitar el ingreso de plata que podría ser producto de la corrupción.
En GLMS, estamos a favor de la creación de un marco normativo que garantice la competitividad y sostenibilidad del sector del juego, en un entorno seguro y controlado.
Actualmente, el Gobierno brasileño está estudiando la posibilidad de crear un Comité de Integridad Deportiva, el cual estaría formado por atletas, funcionarios, clubes, federaciones, empresas del sector privado y autoridades de la Secretaría de Deportes y el Ministerio de Justicia. Creemos que este es un paso importante en la lucha contra los amaños y la corrupción. Del mismo modo, celebramos los avances que está dando el Gobierno brasileño en materia de regulación. Esperamos que aquellos países de la región que al momento no cuentan con un marco legal que regule las apuestas deportivas sigan el ejemplo de Brasil o Colombia, que reglamentó la actividad en 2016.
SBC: En Argentina, los organismos reguladores del juego en Buenos Aires -tanto Provincia como Ciudad- también han dado pasos para reglamentar las apuestas online. Pero el fútbol, a través de la Superliga y la AFA, reclama que los clubes reciban un porcentaje de la recaudación por las apuestas deportivas. Defienden que el objetivo es implementar programas de cumplimiento e integridad dentro de sus estructuras. ¿Cuál es la posición de GLMS en este debate?
L.C.: Es un debate que se ha dado también en Europa. Las ligas y organizaciones que están a cargo de los deportes han defendido esta medida. No estamos en contra de este debate, pero consideramos que es necesario garantizar que los fondos recaudados se utilicen verdaderamente para la implementación de programas de integridad y políticas anticorrupción.
Se ha hablado mucho de los “betting rights” (derechos de apuestas) en todo el mundo. De hecho, Francia y Australia tienen leyes al respecto. Sin embargo, según estudios de ASSER, esta ley no ha sido lo suficientemente eficaz para combatir la corrupción y proteger la integridad del deporte. Esto no quiere decir que no pueda funcionar, sino que su puesta en marcha debe ser planificada, articulada y previamente discutida. Es fundamental que se complemente con otras herramientas y normas destinadas a reforzar la lucha contra las apuestas ilegales.
SBC: La semana pasada, GLMS asistió al XVII Congreso de la Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas del Estado (CIBELAE), que se llevó a cabo en Costa Rica. ¿Cómo valora su participación en el evento?
L.C.: Hemos participado del XVII Congreso CIBELAE con el fin de exponer el trabajo que venimos desarrollando desde GLMS. Tuvimos la oportunidad de presentar nuestro programa de educación y prevención, así como nuestro Código de Conducta sobre apuestas deportivas. Siempre buscamos generar conciencia sobre la importancia de erradicar la corrupción como base fundamental para la evolución de cualquier país. El objetivo de GLMS es promover acciones tendientes al fortalecimiento de la cultura de integridad y transparencia institucional en la organización y demás grupos de interés. Esperamos sumar nuevos miembros en la región para intercambiar conocimientos y fortalecer las capacidades de GLMS. Tenemos un nuevo centro de Integridad en Canadá, cuyo inicio de operaciones está previsto para 2020 y con el que esperamos cubrir todo el deporte en el continente americano.
SBC: ¿Cuántas alertas de apuestas sospechosas identificaron en América Latina en 2019? ¿Qué presencia tiene GLMS en la región?
L.C.: En el primer trimestre de 2019, recibimos 22 alertas de apuestas sospechosas en América Latina. Durante el primer semestre del año, hubo un total de 40 alertas. Esto demuestra el papel determinante que juegan las entidades como GLMS en el desarrollo responsable y sostenible de las Loterías de Deportes de la región. Al momento, tenemos dos miembros afiliados de América Latina: la Banca de Uruguay y la Polla Chilena. Al mismo tiempo, hemos trabajado estrechamente con el Ministerio de Economía de Brasil durante el proceso de legalización de las apuestas deportivas.
En noviembre de 2018, organizamos una conferencia de prensa en Argentina, con el apoyo de la Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales (ALEA). Con el evento buscamos generar conciencia sobre la importancia de trabajar de manera coordinada en la lucha contra los amaños deportivos. A pesar de que notamos un gran interés por parte de la prensa y los actores involucrados en el deporte nacional, creemos que aún queda mucho camino por recorrer en la construcción de una cultura de la integridad en el país.
SBC: ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta América Latina para promover e impulsar una cultura de la integridad?
L.C.: La calidad de las instituciones es clave para el desarrollo de los países y su bienestar. Los escándalos de corrupción en Latinoamérica han erosionado la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Ante esta situación, el deporte debe adoptar un papel mucho más activo en la promoción de valores sociales encaminados a fortalecer la cultura de la integridad y el comportamiento ético.
Al ratificar la Convención de Macolin, los estados latinoamericanos asumen el compromiso de garantizar la lucha contra la manipulación de las competiciones deportivas. Es un mecanismo para institucionalizar la cooperación en materia de integridad y seguridad entre el sector público y privado.
Los Gobiernos deben entender que hay que legalizar y regular las apuestas para combatir de forma más eficaz la corrupción. Al formalizar las apuestas, no solo se puede fiscalizar la actividad, sino que se habilita una fuente de ingresos para el Estado que puede ser destinada a la inversión social. Al mismo tiempo, la regulación permite diseñar políticas de prevención y lucha contra la criminalidad vinculada al mercado negro, que hoy se beneficia de la prohibición.
El nuevo escenario regulatorio plantea oportunidades y desafíos. Sin lugar a dudas la sensibilización sobre estos problemas y la comprensión de los factores específicos que envuelven el fraude y la corrupción ayudará a las organizaciones a prevenirlos, detectarlos de manera oportuna y responder apropiadamente. En GLMS, estamos listos para convertirnos en un actor clave en la defensa de la integridad de las apuestas deportivas en América Latina.